En región de O’Higgins no se debió lamentar ninguna muerte por causa respiratorias en niños
A inicios de este año las proyecciones de expertos hablaban de una alta circulación de virus respiratorios simultáneos al COVID-19 para el invierno 2023, situación que motivó al Ministerio de Salud a prorrogar la Alerta Sanitaria hasta agosto pasado y así contar con recursos extraordinarios para dar respuesta a una demanda que se convirtió en histórica.
Los antecedentes no estuvieron lejos de la realidad ya que la reciente temporada invernal tensionó la red asistencial debido, entre otros motivos, al adelantamiento del peak de atenciones por causas respiratorias (de la Semana Epidemiológica 23 a la 20), sumando un total de 49.691 consultas durante este invierno versus las 37.872 en 2022, es decir, un 30% más que el año pasado.
De acuerdo a los informes realizados por el Instituto de Salud Pública (ISP), en lo que va del año se han registrado 37.059 casos de virus respiratorios, un 37% más de los 26.937 registrados el año anterior en el mismo periodo. Incluso, si se compara con el 2019 – año prepandémico- hay una variación del 76%, ya que en esa ocasión hubo 20.949 casos. Parte de la población más afectada fueron los pacientes menores de 5 años, principalmente por el Virus Respiratorio Sincicial (VRS), cuyo total de casos ascendió a 13.047 este año (corte a la SE n°37), cifra considerablemente mayor en comparación a los 9.282 casos en 2022 y 8.615 en 2019.
Si bien el invierno fue duro, con una circulación precoz de virus respiratorios, un alza temprana en las consultas, hospitalizaciones y defunciones por causa respiratoria, la respuesta de la red asistencial estuvo a la altura de un complejo escenario, logrando la mortalidad más baja en los últimos cinco años.
Hasta finales de junio se registraron 2.808 muertes provocadas por causa respiratoria, y solo 13 de ellas corresponden a menores de un año. Esto significa una baja del 56% en comparación con 2019, cuando para la misma fecha se contabilizaban 6.507.
Adicionalmente, desde fines de junio se registró un déficit de mortalidad general que se mantuvo durante cuatro semanas y que no se había visto en períodos previos a la pandemia, es decir, el número de defunciones observadas es menor al número de defunciones esperadas para esa semana en base a los años previos. Para la semana 29, por ejemplo, se esperaban 2.575 defunciones y se observaron 2.457 (-4,6%).
En relación con las defunciones totales por causas respiratorias, como influenza y neumonía y otras infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, se vio un incremento precoz respecto a años previos (semana 15 a semana 20), que se asocia a un adelantamiento de la circulación viral. Asimismo, se aprecia un peak alto, sin embargo, menor al máximo de años previos y una disminución precoz de las defunciones respecto al valor histórico
Estrategias Campaña Invierno 2023
Además de destacar la labor de las y los trabajadores de la Red Asistencial pública y privada frente al aumento de la circulación viral, se desplegaron diversas estrategias para hacer frente a la demanda de este año.
Se lograron casi 7 millones de dosis administradas (78,4%) de vacunas contra la influenza, proceso que inició en marzo con foco en los grupos de riesgo y se reforzó en junio con difusión comunicacional, mientras que paralelamente se continuó inmunizando contra el COVID-19. Sumado a esto, se implementó también el uso de mascarillas en los colegios hasta el pasado 31 de agosto
Además, las autoridades sanitarias aumentaron la capacidad hospitalaria en las áreas pediátricas, pasando de 738 camas críticas a un número máximo de camas UPC habilitadas: 1.461 en Semana Epidemiológica 25 (18-24 junio)
En tanto, los Servicios de Salud del país planificaron anticipadamente las estrategias a implementar durante la campaña de invierno, lo que se vio reflejado en el fortalecimiento de los establecimientos asistenciales, tanto en hospitales como centros de APS, donde además se contó con el apoyo de Equipos Médicos de Emergencia internacionales.
“En la Región de O’Higgins, reforzamos todos los hospitales de nuestra red asistencial, tanto en la especialidad de pediatría como en la incorporación de kinesiólogos, en las urgencias y salas de hospitalización, para dar tratamiento intensificado a los niños y con ello pudimos tener una respuesta mucho más rápida a los tratamientos; se amplió el uso del cpap burbuja como primera respuesta en urgencias; aumentamos el número de camas crítica pediátricas, en particular en el Hospital de Santa Cruz, donde tenemos un equipo muy consolidado en el ámbito pediátrico, lo que nos dio mucha flexibilidad y también hicimos visitas seguidas y reuniones de acompañamiento sistemáticas para que la información fuera compartida por toda la red y así generar los apoyos y replicación de buenas prácticas, permitiéndonos contar en todo momento con camas críticas para nuestros niños y de esta forma no tener que lamentar fallecimientos por causa respiratoria en los menores”, precisó el director de Servicio de Salud O’Higgins, Jaime Gutiérrez.