A pesar de que la depresión debe ser tratada con terapias psicológicas y farmacológicas, existen alimentos ricos en micronutrientes que ayudan a mejorar los estados de ánimo
Los problemas de salud mental en Chile han ido en aumento. Mientras la última Encuesta Nacional de Salud señalaba que casi un 16% de la población mayor a 15 años tiene sospecha de depresión y más del 6% se ve afectada por esta enfermedad, la última versión del “Termómetro de Salud Mental en Chile” PUC-ACHS de 2021, indicaba que casi el 24% de los chilenos presentaban sospechas de estos problemas y más del 32% evaluaba su estado de ánimo peor o mucho peor posterior a la pandemia.
Si consideramos que ya en 2004 se alertaba que el consumo de antidepresivos había aumentado en un 470%, que estos trastornos son los responsables del 26% de las licencias médicas presentadas y que su cobertura no es la óptima -tanto en el sistema público como en el privado-, nos enfrentamos a un verdadero problema de salud pública.
Sin embargo, y a pesar de estas dificultades, hay factores que nos ayudarían a lidiar con este tipo de trastornos de forma natural. “Lo óptimo es que las personas con cualquier tipo de afección tengan un diagnóstico y un tratamiento médico acorde a ésta. No obstante, tener hábitos saludables y una dieta balanceada nos ayudarán a generar procesos químicos en el organismo que van en pro de nuestro bienestar”, señala Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de una conocida cadena de Farmacias.
La profesional explica que la serotonina es un elemento importante. “Este neurotransmisor se relaciona con las emociones, la relajación, el sueño, el apetito, la concentración y los estados del ánimo, entre otros, junto con mantener en equilibrio de otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, relacionados con el miedo, la angustia, la ansiedad, la irritabilidad y los trastornos alimenticios. En este sentido, existen alimentos que ayudarían a aumentar su producción, pudiendo generar un mejor estado de salud en las personas”, indica Galarce.
También hay alimentos que contienen triptófano, precursor de la síntesis de serotonina. Éste no puede ser creado por el propio cuerpo, por lo que su presencia depende totalmente de la ingesta dietética. Los niveles de serotonina varían dependiendo de los niveles de triptófano en plasma y de su disponibilidad contenida en la nutrición. Por lo tanto, su ingesta puede ser un buen enfoque para mejorar el ánimo en personas sanas. “El pavo, pollo, los lácteos, huevos, el tofu, las legumbres, las semillas de zapallo, las nueces y el maní son algunos de los alimentos con mayor contenido de triptófano.”, explica la facultativa
Asimismo, existen estudios que relacionan el consumo de alimentos ultra procesados, tales como embutidos, snacks, bebidas alcohólicas destiladas y azucaradas, con un riesgo aumentado de depresión. La explicación puede radicar en que estos alimentos son indicadores de mala calidad alimentaria, con un alto contenido de azúcares libres o añadidos, grasas, bajos niveles de fibra y altos en densidad de energía. Además, está la hipótesis que pueden afectar negativamente la salud al modificar el microbioma intestinal, que altera el equilibrio energético y promueven la selección de microbios, estimulando enfermedades relacionadas con la inflamación, como las cardiovasculares y metabólicas, e incluso la depresión
La realización de ejercicio también sería un hábito fundamental a la hora de lidiar con este tipo de trastornos. Diversos estudios muestran que el ejercicio puede ser una buena terapia de apoyo para tratar la depresión, ya que “las prácticas físicas aeróbicas aumentan la producción de endorfinas, neurotransmisores -al igual que la serotonina- que producen una sensación de felicidad, reduciendo síntomas de ansiedad y estrés, además de un analgésico natural”, agrega la especialista.
Por último, Galarce destaca que “una alimentación balanceada, junto a la actividad física, podrían disminuir algunos síntomas asociados a la depresión, aunque siempre es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico certero y el tratamiento recomendado para éste”, finaliza.