La entrega de alimentos a pacientes COVID-19 internados en el Hospital Regional está potenciando una dieta rica en proteínas y energía. Además, se sirve en envases desechables para evitar contagios intrahospitalarios
La alimentación y nutrición de los pacientes hospitalizados es uno de los trabajos más importantes que se realizan en un centro de salud, y así ocurre en el Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO) que diariamente trabaja para confeccionar diferentes menús según los requerimientos médicos de los pacientes enfermos con COVID-19 u otras patologías.
“Una de las grandes metas con los pacientes hospitalizados es evitar un mayor deterioro en el estado nutricional, por ello procuramos entregar una alimentación de calidad, bajo las normas y recomendaciones establecidas. Hemos tratado de mantener una alimentación completa y variada para todos los pacientes, con y sin CONVID-19”, indicó la nutricionista Daniela Castañeda, jefa del Servicio de Alimentación y Nutrición del HRLBO.
La sección cuenta con 60 trabajadores que se hacen cargo de la entrega de más de cinco comidas diarias para los pacientes, como desayuno, colación, almuerzo, once y cena. “Hemos mantenido una dieta rica en proteínas y se han hecho variaciones con más lípidos, según la característica de lo que necesite el enfermo. No ha habido cambios en los alimentos, sí en la entrega, ya que ahora a las personas sospechosas o positivas de COVID-19 se les sirve la comida en material desechable”, señaló la nutricionista.
Debido a la emergencia sanitaria, hoy la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del Hospital Regional recibe más pacientes COVID-19 que de otras patologías. Muchos de ellos están con ventilación mecánica asistida, por lo que su alimentación es diferente. La encargada de nutrición de la UPC, María Fernanda Henríquez, sostuvo que el número de este tipo de pacientes ha crecido exponencialmente y que “la mayoría está con nutrición enteral, es decir se le administran los nutrientes directamente al tracto intestinal, y vamos tratando, de acuerdo a los requerimientos nutricionales, de ir aportando las necesidades de energías y proteínas”.
Además, la nutricionista de la UPC señaló que el COVID-19 es una enfermedad inflamatoria, por eso, uno de los objetivos de la alimentación es evitar la pérdida de la masa muscular.
En relación a esto último, la jefa del Servicio de Alimentación y Nutrición, Daniela Castañeda, se refirió al gran desafío de la salud pública para el futuro. “El tema de la epidemia de la obesidad será un desafío a futuro para la atención primaria, porque en general se ha visto que hay un alto grado de sarcopenia, que es la pérdida de la masa muscular. Esto va a ser prioritario para conservar una salud estable, estando o no en pandemia”, concluyó la nutricionista.