El trabajo del Dr. Gonzalo Terreros del Instituto de Ciencias de la Salud, propone que las alteraciones que ocurren a nivel de sistema auditivo en conjunto con una mala respuesta al estrés en el organismo podrían estar relacionadas con el desarrollo de desórdenes del ánimo y demencia
Este artículo es una revisión que propone una correlación entre los desórdenes que genera el estrés negativo (distrés) en el sistema auditivo y el desarrollo de desórdenes de ánimo y demencia. La propuesta constituye un innovador punto de vista en el cual la comprensión de los desórdenes de ánimo y la demencia pueden tener una etiología común en ambientes estresantes. En línea con ello, el estrés negativo afecta el sistema auditivo, generando deprivación sensorial y, por consiguiente, genera aislamiento social y del ambiente.
El Dr. Gonzalo Terreros indicó que en la investigación “hemos encontrado que hay una relación entre una mala respuesta al estrés psicosocial y cambios plásticos a nivel del sistema auditivo, en otras palabras, el sistema auditivo modifica sus capacidades en el procesamiento auditivo cuando estamos sometidos a un período de estrés que es muy largo en el tiempo o resulta incontrolable”.
Según el estudio, una persona que no está sometida a estrés puede procesar de mejor manera el sonido, es decir, darle cierto significado a lo que está escuchando y generar una respuesta emocional. Los sujetos que están expuestos a estresores de forma constante o que no pueden ser controlados no son capaces de entregarle ese componente emocional a lo que están oyendo, por tanto, el sonido pierde la relevancia evolutiva y también su significado.
En cuanto a la vinculación con la demencia, “nosotros postulamos en este artículo que, al haber una disminución en el procesamiento auditivo, eso va generando un aislamiento del medio que podría relacionarse, en personas de edad avanzada, por ejemplo, con el desarrollo de episodios de demencia porque están desconectadas sensorialmente del medio”, explicó el Dr. Terreros.
Sobre la vinculación de la Universidad de O´Higgins con este tipo de estudios, Gonzalo Terreros comentó que “es muy importante porque uno de los objetivos que se nos ha encomendado a las y los académicos de la Universidad es la producción de investigación científica que sea relevante y que, además, sea de competencia y pertinencia para la Región de O´Higgins y, en ese sentido, esta zona tiene una alta presencia de elementos relacionados con el estrés psicosocial que están dados principalmente por las condiciones de trabajo concernientes al mundo del agro, por ejemplo, la exposición a diferentes sustancias medioambientales que son derechamente tóxicas, como el uso ampliado de agrotóxicos, pesticidas y también metales pesados de la minería, entre otros. Estos elementos ambientales y sociales que afectan el bienestar, también configuran elementos que constituyen estresores”.
“Entender entonces de qué manera el estrés nos está afectando de manera sensorial resulta especialmente relevante para la región y en general para el país. El poder comprender la forma en que estos tres elementos: el estrés, la demencia y sistema auditivo se vinculan entre sí, nos va a permitir levantar ciertas propuestas que nos permitan manejar de mejor manera el estrés o aprender a sobrellevarlo”, sentenció el Dr. Terreros.
El artículo en que participa el Dr. Terreros es producto del desarrollo de investigaciones de más de tres años, las que han permitido junto a los doctores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso Alexies Dagnino-Subiabre y Catherine Pérez-Valenzuela, dar origen a esta innovadora propuesta.