El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Enrique Ramón Hidalgo Toro a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autor del delito reiterado y consumado de abuso sexual impropio
En fallo unánime, el tribunal -integrado por los magistrados Piedad del Villar Domínguez (presidenta), Felipe Cortés Ibacache y Sergio Allende Cabeza (redactor)- aplicó, además, a Hidalgo Toro las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
El tribunal impuso también a Hidalgo Toro las penas accesorias especiales de interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oídos como parientes en los casos que la ley designa, la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal y la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que en fecha no determinada, pero durante el periodo comprendido entre 2011 y marzo de 2012, en circunstancias que la víctima nacida en octubre de 2003, se encontraba en su domicilio ubicado en la comuna de Coltauco, en compañía de la pareja de su madre, el condenado Hidalgo Toro, al salir la menor del baño cubierta con una toalla, procedió a abusar sexualmente de la menor.
«En otra oportunidad, mientras estaban solos en la casa, debido a que la mamá de la víctima se tuvo que operar un lunar en la cabeza, el inculpado le exhibió una película pornográfica, indicándole que eso haría cuando fuera más grande». Procediendo, nuevamente a abusar sexualmente de la niña.