Más de 60 estudiantes con discapacidad mental severa y profunda celebraron un nuevo aniversario de la escuela especial
Con una caravana de carros alegóricos, cerca de 60 estudiantes de entre 4 y 26 años celebraron un nuevo aniversario del colegio Fray Ave María del Pequeño Cottolengo, que cumplió 25 años de vida en Rancagua; y que por sexto año consecutivo logra Excelencia Académica.
Escoltados por Carabineros, la caravana partió desde el Pequeño Cottolengo y recorrió por cerca de una hora el centro de Rancagua, quienes recibieron el cariño de todos los vecinos. Para la directora del colegio Priscila Olivares “los alumnos se prepararon mucho para esta actividad, ya que por primera vez recorrimos la ciudad, donde fue muy importante el trabajo que hizo el Taller de Teatro del colegio, que permitió entregarle a todos los estudiantes y profesores los trajes de sus personajes favoritos”.
El colegio Fray Ave María del Pequeño Cottolengo atiende gratuitamente a niños desde los 4 hasta los 26 años, en jornada escolar completa que va desde las 08.30 a 16.00 horas. Actualmente tiene una matrícula de 60 alumnos distribuidos en jornada e Educación Básica hasta Talleres Vocacionales de Alimentación, Peluquería y Embazado de Productos. Del total de alumnos, 48 niños y jóvenes son residentes permanentes del Pequeño Cottolengo, donde no solo se le entrega educación, sino que toda la atención necesaria para su desarrollo, ya que viven en la residencia.
Para el director y representante legal del Centro Cottolengo de Rancagua, Padre Álvaro Olivares fdp, “Nos sentimos muy orgullosos de cumplir 25 años de vida en Rancagua, donde tenemos la convicción de que esta institución ha sido fundamental para cientos de familias que han visto cómo sus hijos han podido desarrollarse con profesionalismo y dignidad, pese a todas las discapacidades intelectuales que presentaban”.
Sobre Pequeño Cottolengo de Rancagua
Hace 44 años (1973) se inaugura esta institución de beneficencia sin fines de lucro, que atiende actualmente a 167 residentes: niños(as), jóvenes y adultos con daños neurológicos irreversibles; discapacitados mentales severos y profundos, la mayoría en situación de abandono total de sus familias y que han ingresado al hogar por medida de protección.