Una maravillosa noche buena fue la que vivieron los niños del Hogar Pequeño quienes invitados por el alcalde de Rancagua Eduardo Soto visitaron la casa del viejito pascuero
Rostros de alegría, ojos de felicidad y expresiones de júbilo en cada uno de los 28 niños marcaron la maravillosa noche, que emocionó a todos los presentes, en especial a don Héctor Latorre, dueño de la casa del viejito pascuero, que cada año abre sus puertas a la comunidad, en la Población Urzúa, en el sector sur de Rancagua.
“Estoy inmensamente emocionado. Muy feliz por la visita. Agradezco al alcalde que me haya considerado en esta hermosa actividad. Los niños están muy felices y eso nos alegra a todos en nuestra casa”, destacó don Héctor.
El alcalde de Rancagua Eduardo Soto agregó que estos niños representan el verdadero espíritu de la navidad. “Ellos son los niños más puros. Y uno no puede más que alegrarse y emocionarse por la alegría que ellos han demostrado sentir esta noche. Estamos inmensamente complacidos por esta mágica noche y a nombre del municipio agradecemos de corazón a don Héctor y a su familia por abrir las puertas de su hogar al Pequeño Cottolengo”, sostuvo la autoridad comunal.
Claudia Vega, Subdirectora del Hogar agradeció a nombre de la institución. “Estamos felices. No tenemos palabras para agradecer que nos hayan considerado para esta hermosa actividad. Los niños están realmente felices. Se puede ver en sus rostros. Ellos son todos puros, ellos creen en el viejito pascuero y este ha sido el mejor regalo que pueden haber recibido”, explicó.
Jonathan y Ricardo, dos de los niños que recorrieron el hogar también expresaron su alegría. “Estoy muy contento. Agradezco al alcalde Eduardo Soto. La casa es muy linda y el viejito pascuero nos tenía regalos”, dijo el primero de ellos, “Feliz. Estoy feliz”, agregó su amigo.
Tras recorrer la casa los niños compartieron con el mismísimo viejito pascuero quien uno a uno y en compañía del alcalde Eduardo Soto, les hizo entrega de regalos.