Gracias al aporte del Gobierno Regional de O’Higgins, 35 internos de Rancagua participarán en el proyecto piloto que contempla clases particulares y grupales de música e interpretación instrumental clásica
Violines, violas, cellos y contrabajos serán los instrumentos que conformarán la primera orquesta penitenciaria de Chile, iniciativa de la Defensoría Regional de O’Higgins y Gendarmería que se complementó con la entrega por parte de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) de 24 instrumentos que darán vida a una camerata de cuerdas integrada por internos de la cárcel de Rancagua.
El proyecto, que se concretó con el apoyo de algo más de 17 millones de pesos por parte del Consejo Regional, contempla clases particulares y grupales de teoría musical, lectura de partituras e interpretación instrumental las que beneficiarán a 35 internos de distinta complejidad que han pasado por un trabajo de sensibilización musical a cargo del maestro Marcelo Vidal, concertista en guitarra y director del Teatro Regional de Rancagua.
Con la presencia de la directora Sociocultural de la Presidencia, Paula Forttes, esta mañana se llevó a cabo la firma del convenio entre la Defensoría, FOJI y Gendarmería Regional para entregar en comodato los instrumentos e iniciar en septiembre las clases de música a los internos seleccionados.
Para Paula Forttes el convenio es una oportunidad para que FOJI aporte su experiencia en un proyecto de rentabilidad social alta, porque “el efecto transformador de la música ha llegado a miles de niños y jóvenes durante 15 años, y ahora llegará a un grupo de internos que de seguro mejorará su reinserción”.
El proyecto está basado en la experiencia venezolana de la Fundación Musical Simón Bolívar, donde gracias a las clases de interpretación musical, ensayos y presentaciones los internos han logrado – entre otras cosas – sentirse fortalecidos y útiles como personas, rebajar en un 98% los episodios violentos y de autoagresiones, mejorar el cumplimiento de la normativa penal y enseñar adoptar habilidades sociales como el trabajo en equipo, solidaridad, sentido de pertenencia, compromiso y comunicación.
El proyecto es de tal relevancia que muchos organismos hoy forman la red de apoyo necesaria para concretar este sueño, entre ellos el Consejo de la Cultura y las Artes, la empresa concesionaria Siges y la Corporación Cultural Nuevo Mundo, quienes desde sus distintos ámbitos se han motivado a participar de la creación de esta orquesta por la alta rentabilidad social que tiene y el apoyo a la reinserción social de las personas infractoras de ley, lo que evidentemente repercute en la seguridad pública.
El Defensor Regional, Alberto Ortega, señaló que “con este tipo de proyectos el Estado se hace cargo – seriamente – del problema de la delincuencia y del único modo real hay para combatirla: transformando a las personas que han vivido en la contracultura y en un mundo de valores contrapuestos a los normales. La música, transforma, cambia vidas y entrega esos valores diametralmente opuestos al delito”.
Dentro de los 35 internos seleccionados está Roberto quien relata que fue escogido por su buena conducta y dice estar “ feliz y agradecido porque me encanta la música ya que es una gran oportunidad para canalizar la ansiedad y las penas tocando un instrumento y encontrando en ella mi libertad, aunque esté preso”.
Finalmente el director regional de Gendarmería, Coronel Leonardo Barrientos, manifestó que “esto es un gran desafío. Es una manera diferente de hacer reinserción, que es una misión institucional. Tenemos un grupo de internos dispuestos a romper con ciertos códigos carcelarios para sacar adelante este proyecto, y nosotros, como Gendarmería, tenemos el compromiso de entregar los espacios para que ellos desarrollen sus habilidades”.