El proyecto de la Defensoría de O’Higgins y Gendarmería – financiado por el Gobierno Regional y FOJI – comienza a tomar forma gracias a la cooperación del director y músicos de la Orquesta del Nuevo Mundo del Teatro Regional de Rancagua
“Yo hoy no estuve preso. Oí música clásica que un concertista en guitarra tocó a dos metros de mí. Me ofrecieron aprender a disfrutar y aprender de la música. Es más, puedo aprender a tocar Contrabajo. Estoy con el pecho apretado. Gracias”, con esas declaraciones iniciaba su regreso al módulo Patricio, un joven interno de 28 años que participó de la primera sesión que busca seleccionar a los 30 participantes que conformarán la primera orquesta penitenciaria de Chile.
El trabajo artístico musical estará a cargo de los músicos y el director de la Orquesta del Nuevo Mundo – perteneciente al Teatro Regional de Rancagua – quienes partieron con una jornada de sensibilización musical en la que tocaron frente a los internos algunas piezas clásicas en guitarra y les enseñaron sobre las familias de instrumentos y la conformación de una orquesta.
“Si bien esta orquesta estará en una primera etapa compuesta de violines, cellos, violas y contrabajos, es necesario acercar a los futuros integrantes a las sensaciones y conocimiento más primitivo de la música. Y en ese proceso estamos. Hoy toqué para ellos algunas piezas clásicas y hablamos sobre la importancia de la música para el ser humano, como aproximación a una nueva forma de expresión y espacio de reunión. De a poco les presentaremos músicos de diversas áreas hasta hacerles entrega de su instrumento”, señaló Marcelo Vidal, destacado músico y director del Teatro Regional de Rancagua.
Tras este proceso de selección se iniciará el trabajo personalizado con cada integrante para enseñarles a leer música e interpretar su instrumento en un trabajo que – tal como señala el Defensor Regional, Alberto Ortega – “Más que crear concertistas busca abrir espacios de resocialización del interno a través de la disciplina, la solidaridad y el manejo de las emociones que trae consigo la pertenencia a una agrupación musical. Ese es nuestro propósito.”
A propósito de las palabras del Defensor Regional, estudios internacionales han determinado que la música ayuda al proceso de resocialización de los infractores de ley a través de la disciplina, el trabajo en equipo, la mejora de su autoestima, el sentido de pertenencia y la responsabilidad. Es más, la experiencia musical Drumbeat Report realizada en cárceles norteamericanas, da cuenta que los internos participantes mejoraron en un 80% sus relaciones con los compañeros y funcionarios carcelarios, en un 48% su control emocional y de cada 10 participantes solo 2 reincidieron en delitos al recobrar su libertad.
Para la puesta en marcha de este proyecto, pionero es nuestro país, Gendarmería ha sido socio y facilitador del proceso, pues su compromiso con la reinserción y el provechoso uso del tiempo de condena de los internos es una de las bases del trabajo institucional.