Las redes sociales y los posteos en los diarios electrónicos son un formidable ejemplo de lo fastidioso ¿cómo evitamos lo ruidoso y agresivo?, hoy en día se hace muy difícil.
Luis Ortega señala que una amiga que trabaja en la Defensoría «me muestra un mensaje que recibe en el grupo de whatsapp de apoderados de su colegio. Allí un grupo de madres se muestra consternada por la terrible noticia del secuestro de una niña en el sector de Baquedano en Rancagua. Alguna de ellas intenta pedir cautela con la noticia ya que puede ser una mentira, pero otras la hacen callar tratándola de insensible y juguete de las autoridades “que siempre tratan de ocultar información a la población”. Enseguida, sigue la teleserie con un número considerable de apoderados organizando un grupo de oración que ruega por la liberación de la menor. Al día siguiente la trama continúa con la encendida noticia de que la niña fue liberada en Gultro, sana y salva rescatada por la PDI».
Consultamos a la Fiscalía y ellos se muestran fastidiados por la cadena de noticias falsas y alarmistas que abundan en las redes sociales. Delitos cometidos en Colombia hace años atrás son replicadas en Facebook como recientes y acontecidos en Machalí. Niños secuestrados en Graneros, delincuentes sexuales activos en Rengo, bandas de traficantes de órganos en Requínoa. En fin, la cadena de tonterías es infinita como lo son las posibilidades de inventar y chacotear en las redes sociales y diarios electrónicos.
El afamado escritor y filósofo don Humberto Ecco se hizo cargo de este fenómeno en una entrevista a un diario italiano, con frases para el bronce, decía: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles. Si la televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad«.
Aléjese del fastidio: No vea los noticiarios de Televisión que solo dan cuenta de lo que pasa en Santiago; infórmese mediante diarios serios tomando lo justo y necesario, ya que muchos de ellos tiene un evidente color político. Elimine esos grupos de whatsapp masivos y banales, a menos que los quiera para chacotear y solo pasar un buen rato. No crea esas encuestas que dicen que Rancagua es la capital del delito, porque no lo es, nunca lo fue y nunca lo será. Ni se le ocurra leer los comentarios a las noticias en los diarios electrónicos (ni las del fútbol) allí abunda la extrema agresividad, la opinión ignorante y la estupidez.
Deshágase de lo fastidioso, lo ruidoso y alarmista, ya que su único aporte es crear miedo y rabia, el miedo crea inseguridad y eso hace que la gente crea que es vulnerable frente a los peligros inexistentes.
En fin “Evite a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu”