La última medición del indicador de calidad de vida urbana en Chile ubicó al área metropolitana de Rancagua-Machalí como unas 10 de las mejores urbes para vivir.
Hace seis años que la Pontificia Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) elaboran el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) que tiene como propósito evaluar mediante parámetros objetivos la calidad de vida de los principales centros urbanos de Chile.
Básicamente, mide las condiciones de vida de la población generadas a partir de las actuaciones y dinámicas de transformación del espacio urbano inducidas por actores públicos, privados y la sociedad civil, medidas y comparadas con información estadística provistas por fuentes oficiales públicas y privadas lo más actualizadas posibles y basa su análisis en la descripción de seis ámbitos: Vivienda y Entorno; Salud y Medio Ambiente; Condiciones Socioculturales; Ambiente de Negocios; Condición Laboral; Conectividad y Movilidad.
Según el estudio elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica de Chile en conjunto con la CChC, las comunas de Las Condes, Vitacura, Providencia, Punta Arenas, Puerto Varas, Ñuñoa, Lo Barnechea, Viña del Mar, Castro y Valdivia son las 10 comunas que lideran el ICVU 2016.
Por ello, este índice es una foto más que nítida de la realidad en la que viven los chilenos en los principales asentamientos urbanos del país.
Es así como la comuna de Rengo es la que cuenta con una mejor calidad de vida en la Región de O’Higgins según la Cámara Chilena de la Construcción, que presentó este martes el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2016.
Rengo se ubica en el puesto número 29 dentro del ranking nacional de comunas mejores para vivir, subiendo del 31° lugar del año anterior.
El mismo estudio deja en el segundo lugar a nivel regional a Machalí (36 a nivel nacional), seguida de Rancagua (38) y San Fernando (41).
De las 10 áreas metropolitanas consideradas en el ICVU 2016 destaca Puerto Montt-Puerto Varas en el primer lugar en términos de calidad de vida, desplazando a Antofagasta que ocupó la primera posición en 2015. Es así como, el área Rancagua-Machalí se ubicó en el séptimo lugar de las ciudades metropolitanas para vivir
levemente por debajo del Coquimbo-La Serena, y sobre el Área Metropolitana de Santiago, que supera a Chillán-Chillán Viejo e Iquique-Alto Hospicio.
Arturo Orellana, coordinar del equipo de trabajo de la PUC, sostiene que la alta presencia de comunas del Área Metropolitana de Santiago (AMS) entre los últimos lugares del ICVU “es un primer síntoma de un aumento de la brecha de desigualdad en calidad de vida urbana en la principal metrópolis del país. Un segundo síntoma es que al comparar las 10 ciudades metropolitanas que considera el estudio, el Gran Santiago se localiza en el octavo lugar”.
En todo caso, el académico agrega que “al comparar los resultados de este año con los obtenidos en el período 2013-2015, se observa que el aumento de la brecha de calidad de vida urbana no ocurre sólo en AMS. En general, si bien se han incrementado las comunas que se ubican en el rango superior y han bajado levemente las ubicadas en el rango inferior, ha tendido a reducirse significativamente la cantidad de comunas en el rango promedio”.
Al respecto, Fernando Herrera, presidente de la Comisión de Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, explica que “el ICVU busca precisamente evitar que aumente la desigualdad de calidad de vida urbana. Más que un ranking, su mayor aporte es que permite identificar con claridad cuáles son los aspectos deficitarios de las comunas y, por ende, dónde hay que concentrar los esfuerzos público-privados para revertirlos”.
La principal novedad es que no hay, por primera vez, una comuna minera en el rango superior de calidad de vida urbana del país.
Estos indicadores generan un desafío y una gran oportunidad para que regionalmente se redoblen los esfuerzos para mejorar estas cifras.