Quercetina, vitamina C y hierbas como ortiga o menta pueden reducir la inflamación y la liberación de histamina. Especialista señala cómo actúan y qué precauciones tener al usarlos
Para un alto porcentaje de la población la primavera significa enfrentarse a rinitis, estornudos y congestión provocados por las alergias estacionales. Frente a ello, algunas personas buscan alternativas naturales que ayuden a aliviar los síntomas sin depender exclusivamente de los antihistamínicos tradicionales.
Según Carolina Otero, inmunóloga y académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, existen varios productos naturales con respaldo científico que pueden contribuir a reducir la intensidad de las reacciones alérgicas.
Uno de los más estudiados —señala— es la quercetina, un flavonoide presente en cebollas y manzanas que ayuda a disminuir la histamina, que es la molécula responsable de los estornudos y la picazón, y reduce la inflamación de las vías respiratorias. “También está la vitamina C, que es conocida por fortalecer el sistema inmunológico, que además actúa como un antihistamínico natural al inhibir la liberación de histamina”, añade.
Entre las opciones herbales, la especialista menciona infusiones de ortiga, menta, té verde y manzanilla, reconocidas por sus propiedades antiinflamatorias y descongestionantes. “Asimismo, la cúrcuma, el regaliz y la cebolla pueden contribuir a disminuir los síntomas, ya que tienen efectos antioxidantes y reguladores del sistema inmune”, indica Otero.
“Estos productos naturales actúan estabilizando los mastocitos, que son las células encargadas de liberar histamina cuando el cuerpo se expone a un alérgeno. Así, se interrumpe el ciclo inflamatorio típico de la alergia”, explica.
Son un complemento, no reemplazo
La inmunóloga destaca que los tratamientos naturales pueden ser un complemento útil al tratamiento médico convencional en casos de alergias leves o moderadas, especialmente cuando los síntomas no requieren medicación o cuando se busca reducir el uso de antihistamínicos, cuyos efectos secundarios incluyen la somnolencia.
Sin embargo, los productos naturales no deben reemplazar los tratamientos indicados por un especialista. “Antes de incorporar suplementos o infusiones, se debe consultar con un profesional de salud, sobre todo en personas con enfermedades crónicas, embarazadas o quienes estén bajo tratamiento farmacólogico, ya que algunos compuestos naturales pueden interactuar con medicamentos o provocar reacciones adversas”, advierte.
Cómo consumirlos
En cuanto a la forma de consumo, Otero señala que las infusiones son ideales para síntomas leves por su efecto hidratante y alivio rápido, aunque su concentración de principios activos suele ser baja. Los suplementos o extractos, en cambio, ofrecen dosis más estandarizadas y efectos más prolongados, pero deben usarse con supervisión médica para evitar excesos.
“Los productos naturales pueden ser aliados valiosos en el manejo de las alergias estacionales, siempre que se utilicen de manera responsable y bajo orientación profesional”, enfatiza.






