
En un avance clave para la ganadería y la producción forrajera en Chile, se realizó la primera trilla del semillero certificado SAG con la variedad de alfalfa Kauke, utilizando la trilladora de la empresa Curimapu
Este hito representa un paso significativo en el desarrollo de semillas adaptadas a las condiciones del país, fortaleciendo la autonomía forrajera y la resiliencia agrícola.
La variedad Kauke ha sido desarrollada con características únicas que la convierten en una opción clave para la ganadería y la producción forrajera. Su alta tolerancia a la sequía la posiciona como una solución frente a los crecientes desafíos climáticos, permitiendo su establecimiento en zonas de menor disponibilidad hídrica. Además, destaca por su mayor rendimiento forrajero y alta persistencia, lo que garantiza una mayor disponibilidad de forraje de alta calidad nutricional para la alimentación animal.
Gracias al trabajo conjunto entre el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la empresa Curimapu, la semilla Kauke será multiplicada comercialmente, permitiendo que cientos de productores accedan a una alternativa forrajera eficiente y adaptada a las condiciones del secano mediterráneo. Este desarrollo es parte de una estrategia más amplia de mejoramiento genético impulsada por INIA, que busca fortalecer la producción agrícola y ganadera a través de variedades más resilientes y productivas.
El interés por esta variedad ha sido notable entre las empresas semilleras, quienes han apostado por la multiplicación de variedades locales, contribuyendo a la soberanía forrajera del país y reduciendo la dependencia de semillas importadas. “La pandemia evidenció la vulnerabilidad del sector ante las restricciones del comercio internacional, por lo que potenciar la producción de semillas nacionales es una estrategia clave para la seguridad agroalimentaria de Chile”, aseguró el Dr. Inostroza, investigador de INIA Quilamapu.
Investigaciones de INIA han identificado recursos genéticos con alta persistencia y productividad, logrando que alfalfas como Kauke produzcan entre 6 y 8 toneladas de materia seca en ambientes desafiantes como Cauquenes, donde las praderas naturales solo generan 2 toneladas.
El enfoque de INIA en el mejoramiento genético no solo busca desarrollar nuevas variedades, sino también acompañarlas con paquetes agronómicos que garanticen su éxito en el campo. “Queremos que nuestras variedades no solo sean registradas y liberadas, sino que se establezcan en los campos de los agricultores y contribuyan a la sostenibilidad de la ganadería”, concluyó Inostroza.
En tanto Viviana Barahona, investigadora transferencista, parte del equipo técnico del INIA, asegura que “el éxito de la introducción de alfalfa al secano mediterráneo de Chile, donde la agricultura la desarrollan pequeños productores, depende de un acompañamiento técnico directo a los productores que permita una implementación adecuada de los paquetes tecnológicos para el establecimiento y uso de alfalfa en ambientes donde nunca antes se había cultivado”.
El INIA dispone de recursos genéticos valiosos para el desarrollo comercial de la alfalfa, donde la variedad Kauke ha demostrado ser altamente productiva y adaptada a las condiciones nacionales.
Este hito refleja el compromiso de INIA con el desarrollo de una ganadería más sustentable, capaz de enfrentar los desafíos del futuro con ciencia y un enfoque de producción más resiliente.
Características de la variedad
Floración: Presenta flores de color purpura pálido, sin presencia de flores variegadas, amarillas ni blancas.
La planta: Es de corona enterrada, de hábito de crecimiento erecto y crecimiento invernal intermedio (dormancia 7).
Zona de establecimiento: Adaptada a las condiciones de secano mediterráneo de las regiones del Maule, Ñuble y La Araucanía.
Potencial productivo: Supera en un 30% la producción bajo condiciones de secano mediterráneo comparada con variedades convencionales. En condiciones de secano mediterráneo no se recomienda en zonas agroecológicas con precipitaciones menores a 500 mm anuales.
Persistencia: Es 40% más persistente bajo condiciones de secano mediterráneo comparada con las variedades convencionales.
Producción de forraje: Posee un 30% más de producción de forraje, comparada con variedades convencionales, con temporada estival entre 5 y 6 meses y precipitación anual menor a 600 mm
Materia seca: Posee un promedio de 7 mil kilos de materia seca por hectárea, lo que equivale a una producción de forraje de un 30% superior respecto al testigo.
Producción de semilla: Presenta un alto potencial de rendimiento con una producción de semilla entre 700 y 800 kilos por hectárea (promedio de dos temporadas de crecimiento).
Época de siembra: En secano sólo en otoño desde la primera lluvia efectiva (marzo/mayo).
Toponimia: Kauke, proviene del topónimo de Cauquenes, derivado de la palabra mapuche «Cauque», en referencia a un pejerrey grande de cuerpo alargado y redondeado que habitaba los ríos de la Región del Maule.