La unidad está encargada de dar continuidad a tratamientos clínicos de personas que, por su condición de salud, han dejado la hospitalización tradicional para optar por una dentro de su hogar
La misión de entregar los cuidados necesarios a quienes han sido derivados desde el centro de salud a su residencia para seguir sus tratamientos clínicos y terapéuticos hasta obtener el alta médica, configura a la unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino (HFRZ) como un promotor clave de la humanización de la atención de salud.
A la fecha, el compromiso y dedicación de este equipo, no sólo se evidencian en las felicitaciones obtenidas en OIRS de parte de familiares y pacientes, las que oscilan un 90%, sino en la impronta de un grupo técnico-profesional del HFRZ, cuyo foco es devolver a las personas, la funcionalidad afectada a través de un trabajo personalizado, ajustado a sus requerimientos y adaptados al espacio personal, para brindar con ello una recuperación integral.
“Nuestra unidad mantiene el sello de la humanización, una marca intrínseca dentro de nuestra labor, porque si bien es cierto, somos unidad clínica, una modalidad asistencial, entramos en la intimidad del paciente, en su hogar, interactuamos y conocemos su entorno, su familia, sus complejidades, trabajando con todas ellas, para lograr mejorar su salud”, expresó la Dra. Perla Sánchez, jefa de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del HFRZ, agregando que “somos una alternativa para el paciente hospitalizado que, por su condición clínica favorable, puede con nuestro despliegue en terreno completar su tratamiento en casa, tratamiento que con la frecuencia de las visitas y su constancia implican inevitablemente que se generen vínculos entre el equipo y el enfermo, reciprocidad y empatía, que favorecen la atención y resultado”.
Pero, ¿de qué se trata?
La dra. Sánchez explicó que “la modalidad se da cuando el paciente que está hospitalizado en alguna unidad de nuestro hospital, como pediatría, medicina, urgencia, gineco obstetricia, entre otras, es enviado desde el establecimiento a su casa para continuar el tratamiento clínico allí. Esto significa que ya no necesita la infraestructura hospitalaria, pero si la continuidad del régimen para su recuperación, entonces es momento en que actuamos, llevando el recurso humano a su hogar, ya sea enfermeras, TENS, fonoaudiólogo, kinesiólogos, médicos, para que realicen las atenciones que correspondan a su patología particular, continúen el proceso de acuerdo a la cartera de servicios que nuestra unidad tiene y cumplan el objetivo del alta”.
“Por ejemplo, si el paciente cursa una pielonefritis, mantiene un tratamiento antibiótico, pero por su evolución es derivado a domicilio, termina ese tratamiento en casa apoyado por el equipo de enfermería, que, junto a las TENS, lo visitarán periódicamente para administrar el tratamiento endovenoso. A ellas, se sumarán si es requerido, otros profesionales, como los médicos, quienes en paralelo realizarán también sus visitas”, subrayó la jefa de la Unidad, Dra. Sánchez.
Beneficios
La jefa de unidad destacó que “se ha demostrado que los pacientes derivados de hospitalizaciones tradicionales al hogar, tienen una recuperación más rápida. Esto, con el solo hecho de estar dentro de su entorno, recibiendo apoyo del mismo, en conjunto con el equipo de salud que realiza las distintas visitas de acuerdo a la patología que presenta. Por otra parte, evitamos las infecciones intrahospitalarias que se pueden dar con una hospitalización más prolongada y de paso, liberamos camas de hospitalización”.
El kinesiólogo coordinador de la unidad, Diego Ramos, añadió que “el beneficio para el paciente que observamos también es que vive su proceso de recuperación más feliz, lo que no solo es beneficio directo, sino que nos gratifica y plantea el desafío de personalizar siempre nuestra labor, de adaptar nuestras atenciones a la estructura de la casa, del entorno, etc. para conseguir ese bienestar que nos interesa”.
De la gestión
La enfermera coordinadora (s), Leda Fernández, señaló que “mantenemos evaluaciones de pacientes que pueden optar a la modalidad, reuniones clínicas con médicos y enfermeras, reportes de los profesionales que salen a ruta. Lo más significativo, coordinar las salidas de los equipos, que cuenten con todo lo necesario, sectorizar las visitas. Un día normal, por ejemplo, equivale a la salida de cinco equipos de enfermeras con TENS distribuidos sectorialmente, quienes logran un promedio de 50 a 60 visitas. En paralelo, tres médicos sectorizados, ven a 10 pacientes, lo que en un día es 30 visitas. Es un trabajo muy dinámico, desafiante con un impacto en lo emocional y en lo físico muy gratificante”.