Ya muchos tienen definido el lugar donde vacacionarán, mientras otros siguen pensando dónde pueden descansar un par de días. Donde sea que vayan, es importante estar preparados para disfrutarlas sin contratiempos
Hoy nadie puede negar lo beneficioso que es tomarse unos días de descanso. Hacer una pausa en las responsabilidades y rutina diaria no sólo aumenta la capacidad de producción a corto y largo plazo, sino que también ayuda al bienestar psíquico y emocional de las personas. Sin embargo, es importante considerar algunos consejos y recomendaciones para que el descanso no se vea interrumpido por situaciones que se pueden prever y controlar.
Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada, señala que la salud y la prevención son igual o más importantes que obtener los pasajes, arreglar el automóvil, un hotel y el permiso en el trabajo a la hora de salir de vacaciones. “Aún cuando no existen estadísticas en Chile del costo asociado a un accidente o descompensación de alguna enfermedad -sobre todo crónica- éste puede ser alto, más cuando éstos deben realizarse en los servicios de urgencia. Por esto, es indispensable afrontar las vacaciones tomando medidas de prevención y preparados para estos eventos”, indica.
Ya sea que se vacacione en Chile o en el extranjero, uno de los primeros puntos a considerar es contar con un botiquín. De acuerdo con Galarce, éste debe ser elaborado pensando en dos tipos de productos; aquellos utilizados para hacer curaciones menores y manejar heridas pequeñas, como algodón, gasas, suero fisiológico, tijeras y cintas adhesivas, entre otros. Junto con medicamentos para aliviar dolencias agudas como antiinflamatorios, analgésicos, antialérgicos, antiácidos o sales rehidratantes. “Un caso particularmente importante son los pacientes crónicos, que deben continuar con sus tratamientos, que son los únicos que no toman vacaciones. Por eso, es conveniente contar con una receta e informe médico que detalle su condición, útiles en caso de cualquier eventualidad, sobre todo si van a viajar al extranjero”, destaca.
En este sentido, el botiquín debe conservarse en un lugar y con condiciones adecuadas. “No es recomendable que queden en la guantera, para los que salen en auto, o en la maleta. Los fármacos siempre deben ir en el bolso de mano, fuera de ambientes húmedos y se debe procurar no exponerlos al sol o a temperaturas elevadas”, complementa.
Además, para la doctora “es recomendable que, sobre todo estos pacientes, se realicen un control preventivo antes de comenzar con sus vacaciones, que pueden realizarse en centros de salud e, incluso, en algunas farmacias, de forma rápida y segura. La idea es seguir con las pautas de alimentación o tratamientos indicados por el médico de cabecera, evitando descompensaciones que pudiesen afectar al paciente”.
Tampoco pueden estar ausentes elementos como el protector solar, una loción after sun -para después de una exposición prolongada al sol-, y un repelente, sobre todo cuando las vacaciones son en zonas húmedas o cerca del mar, ríos y lagos. La profesional señala que es en esta época donde aumentan las consultas de personas que desarrollan reacciones alérgicas a picaduras de insectos (como abejas, avispas o zancudos) que, en algunos casos, pueden ser graves y peligrosas si no son tratadas a tiempo.
Otras consideraciones
Cuando se viaja al extranjero, es importante tener en cuenta algunos requisitos médicos para ingresar a ciertos países y conocer las enfermedades comunes que suelen afectar a los viajeros en el lugar que se visitará. “Se deben conocer estos requisitos, sobre todo si el viaje es a zonas tropicales, con riesgos de infecciones transmitidas por mosquitos como el dengue o la malaria, o con malas condiciones sanitarias. La idea es visitar a un médico -por lo menos, un mes antes de viajar- para que indique vacunas o tratamientos requeridos, sobre todo si los destinos están en algunos países de Latinoamérica, el Sudeste Asiático o África”, subraya la especialista. En la página del Ministerio de Salud se obtiene la información de las vacunas necesarias y vacunatorios internacionales que las administran.
En estos casos, también deben considerarse las escalas que contemple el itinerario y las condiciones particulares de cada país. “Las vacunas más relevantes son aquellas contra la fiebre amarilla, la fiebre tifoidea, la hepatitis A y B y la rabia. Algunas de ellas necesitan más de una dosis, semanas después de la primera, por lo que es importante ver este punto con tiempo”, añade.
Por último, la profesional comenta que los viajeros también deben cuidarse de las afecciones más comunes en este tipo de viajes, como los problemas gastrointestinales (diarrea o estreñimiento) y el jetlag, en el caso de pasar varios husos horarios en poco tiempo. “Es preciso estar preparados en todos estos casos. Sólo la prevención nos hará disfrutar de un merecido descanso sin ningún tipo de contratiempo de salud”, finaliza.