Ciertamente existe un antes y un después del día 12 de octubre de 1492, pero reflexionar sobre ese día en particular, sería dar al “descubridor” un papel excesivo en relación con la tradición que lo llevó a generar tal acontecimiento, como también sindicarlo como el principal responsable de las consecuencias del mismo
Los hechos en particular, por si solos, sólo constituyen una mínima y, a veces, mal comprendida, de lo que los historiados, sociólogos y el público en general denominan como acontecimientos, ya que éstos son más fáciles de identificar producto de la intervención humana.
El día 12 de octubre no solo fue el encuentro de dos mundos humanos, sino que también implicó la modificación de los delicados equilibrios biológicos, que desde una perspectiva humana implicó una verdadera catástrofe demográfica, ya que las enfermedades como la viruela o el sarampión encontraron en las comunidades indígenas un importante escenario de propagación.
Las implicancias del 12 de octubre hoy: mirado desde nuestro presente, observamos que la situación actual de los pueblos indígenas en América Latina se comprende como el resultado de un proceso histórico de larga duración que comenzó con la llegada de los españoles y que posteriormente se complementó con la conformación de los Estados nacionales en nuestra región durante el siglo XIX, mediante el cual se los despojó de sus territorios, de sus espacios de reproducción socio-cultural y también de su propia cultura, y no obstante todo lo anterior, todavía existen espacios de resistencia y de reivindicación de sus derechos, entendidos éstos en su sentido más amplio.
Finalmente, podemos considerar que el acontecimiento es una invención (como señala Morazé) y nace en la expresión, sin embargo, ha sido concebido en la emoción, y este acontecimiento del pasado, que una comunidad reivindica como importante, lo hace en función de determinados fines, por eso en España se celebra el día de la Fiesta Nacional, mientras que en algunos países de América Latina se conmemora el día de la Resistencia, y en otros como Chile, el Encuentro de dos mundos.