Cada año cerca de 600 jóvenes egresan de las residencias de protección de Mejor Niñez tras cumplir 18 años, muchos sin contar con apoyo ni herramientas para vivir de manera independiente. Un estudio entre distintas instituciones está abriendo puertas para apoyar su transición a la vida adulta mediante la inserción laboral
Más de 4 mil niños, niñas y adolescentes viven en residencias de protección de la red Mejor Niñez, servicio encargado de proteger, restituir derechos y reparar el daño en niñas, niños y adolescentes que han sufrido algún tipo de vulneración. No obstante, solo el 44% de los jóvenes entre 19 y 25 años que egresan de ellas cuentan con un trabajo formal que permita su inserción social y el inicio de una vida independiente. A esto se suma el desafío de superar una infancia y adolescencia sumida en experiencias de maltrato, negligencia y abandono.
“La falta de orientación, el rezago educacional, la inestabilidad de un lugar donde vivir y la inexperiencia en el mundo del trabajo dificultan enormemente su inserción laboral efectiva”, plantea Julio Cifuentes, Director Ejecutivo de Proyecto B, organización que impulsa la integración social de jóvenes vulnerables a través del empleo.
¿Cómo tender puentes para que estos jóvenes puedan llegar a una vida adulta plena? Para encontrar respuesta a esta problemática, Proyecto B, el Centro de Estudios Justicia y Sociedad de la Universidad Católica y Fundación MC, trabajan para estudiar la temática y generar un programa de apoyo especializado con foco en la inserción laboral. En ese contexto, los primeros hallazgos fueron presentados el pasado 17 de agosto en el Seminario Niñez y Adolescencia: desafíos y oportunidades de la nueva institucionalidad, en el que participaron autoridades, académicos, empresas y sociedad civil.
“Necesitamos un acuerdo que traspase fronteras y que fomente la inserción laboral progresiva, la preparación para la vida adulta y que garantice oportunidades a estos miles de jóvenes que hoy en día quedan en una desesperanza”, dice al respecto Julio Cifuentes.
Inserción laboral efectiva
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Estudios Justicia & Sociedad de la Universidad Católica, entre quienes tienen 19 y 25 años y egresaron de residencias de protección, solo el 63% ha terminado su educación media, mientras que hay un 6% que nunca terminó su educación básica.
“La inserción laboral efectiva requiere una articulación entre diferentes instituciones para lograr una nivelación básica de estudios, fomentar habilidades para la búsqueda y postulación a puestos de trabajo, para tener hábitos de comportamiento en contextos laborales, junto con tener algún nivel de capacitación laboral”, explica Julio Cifuentes.
Un trabajo conjunto con empresas que tienen convenio con Proyecto B es parte central de la propuesta de intervención para lograr la inserción laboral de estos jóvenes, siempre considerando que el primer año tras su egreso de las residencias de protección es una etapa clave en sus procesos de adaptación a la vida independiente.