Fue el 14 de agosto de 1968 cuando se publicó en el Diario Oficial la ley que creaba la Corte de Apelaciones de Rancagua, lo que marcó una transformación en la Región de O’Higgins y fortaleció el acceso a la justicia que los abogados de la zona anhelaron por décadas, dejando atrás las barreras que les generaba asistir constantemente a Santiago para efectuar sus alegatos
Un hito que ocurrió hace 55 años y que ayer –martes 29 de agosto- el Pleno del tribunal de alzada y las personas que integran esta corte conmemoraron en una ceremonia realizada en el auditorio del Centro de Justicia de la ciudad.
A la actividad asistieron los ministros y ministra de la Corte Suprema, Haroldo Brito Cruz, Manuel Valderrama Rebolledo y Andrea Muñoz Sánchez; la ex fiscala del máximo tribunal, Lya Cabello Abdala; el delegado presidencial regional de O´Higgins, Flavio López Aguilera; el seremi de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Marchant Cabrera; el Defensor Regional, Claudio Aspe Letelier; y el fiscal regional (s) Javier Von Bischoffhausen.
En su discurso, la presidenta de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Bárbara Quintana Letelier, recordó que en gracias a un grupo de abogados que en 1967 impulsaron su creación, “hoy contamos con un tribunal de alzada que ha permitido a nuestros ciudadanos un acceso a la justicia oportuno, de calidad, limitando los costos que les significa resolver sus asuntos en la ciudad de Santiago, y dándole, por qué no decirlo, la importancia que nuestra región tiene y se merece”.
Agregó que esta conmemoración “nos recuerda el compromiso que adquirimos todos y cada uno de los que hemos puesto nuestras capacidades y cariño al servicio de esta comunidad en particular y nos motiva a mirar con esperanza un futuro próspero y desafiante. Es un imperativo también destacar y agradecer el apoyo y compromiso brindado por todas las instituciones que se relacionan diariamente con nuestro quehacer, pocas regiones como la de O’Higgins pueden contar con la coordinación interinstitucional que tenemos y de la que nos sentimos profundamente orgullosos”.
“No puedo terminar estas palabras sin reafirmar nuestra profunda motivación y entrega con esta jurisdicción e invitar a todos quienes tenemos el privilegio de servir a la comunidad por medio de este tribunal de alzada, a continuar poniendo el mejor de nuestros esfuerzos, de manera virtuosa, como es la justicia, sin esperar otro premio o recompensa que la satisfacción del deber cumplido”, concluyó la ministra Bárbara Quintana Letelier.
En la ceremonia de aniversario, se entregó el ”Premio al Compromiso con el Servicio Judicial” al administrador de la Corte de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Juan Gómez Serrano; la digitadora de sala, Deysi Poblete Poblete; y el oficial tercero, Félix Fuentes Pérez.
Posteriormente, la ministra de la Corte Suprema y visitadora del tribunal de alzada, Andrea Muñoz Sánchez, entregó unas palabras.
“Estoy muy contenta de haber podido venir y, además, constatar en directo la mística y el trabajo que desarrolla la Corte de Apelaciones de Rancagua, que está comprometida con su labor, y ver cómo han ido avanzando en muchas cosas que le hacen bien al acceso a la justicia. Es un tribunal más bien chico, siete ministros y dos fiscales judiciales, pero que en definitiva está muy posicionado en su papel y eso se transmite a la jurisdicción”, señaló la ministra Muñoz.
“Pude advertir que la Corte de Apelaciones posee una ligazón muy clara, estupendas condiciones de trabajo. Me parece que hay una motivación por el servicio muy evidente”, indicó el ministro de la Corte Suprema, Haroldo Brito Cruz.
La ex fiscala del máximo tribunal, Lya Cabello Abdala, señaló que “55 años no poco tiempo. Es una judicatura muy antigua y se han recordado en esta ceremonia ministros que han sido importantes, como Carlos Aránguiz. Me siento muy feliz de estar aquí”.
Finalmente, se realizó el tradicional esquinazo interpretado por representantes del Club de Cueca Clodomiro Barril Soriano.