Columna de opinión de Carmen Gloria Garrido Fonseca, directora de la Escuela de Educación de la UNAB, Sede Viña del Mar
El Presidente Gabriel Boric en su Cuenta Pública señaló explícitamente que se seguirá combatiendo en las injusticias y barreras que afectan a las trabajadoras de Chile, y que se avanza en dos cuerpos legales para cerrar las brechas salariales entre hombres y mujeres, tramitando, por un lado, el proyecto de ley de Equidad Salarial, y por otro, se ingresará el proyecto de ley de Conciliación Trabajo, Vida Personal y Familiar. Esto ciertamente tiene relevancia en varios sentidos, por un lado, se coloca en escena esa falta de equidad salarial entre mujeres y hombres, y se hace presente la necesidad de una voluntad de todos los actores políticos para cambiar aquello que es inaceptable. Con estos proyectos se manifiesta la voluntad de hacer más justicia y actuar responsablemente, de acuerdo con nuestra época, en donde no es posible inequidades hacia las mujeres. Asimismo, el proyecto de conciliación del trabajo y la vida es otro ejemplo de la necesidad de transformar la palabra en acción. Esta iniciativa obedece a otro acto de responsabilidad y justicia social donde todos y todas debiesen estar de acuerdo.
El tiempo de crianza hoy se constituye en algo posible y cotidiano para ciertas personas, sin embargo, para algunos padres se convierte en un lujo. Nada de esto debiese generar controversia porque tener la posibilidad de contar con tiempos propios o para compartir con la familia es fundamental hoy. Época donde los padres puedan estar en los nuevos nacimientos, tiempos para todas esas inutilidades que nos hablaba el profesor Nuccio Ordine que son vitales o debiesen serlo para esas visiones productivas tan presentes. Esperemos que los últimos anuncios presidenciales se materialicen con urgencia y se traduzcan en un buen vivir y convivir donde estén miradas de humanismo social o enfoques socialmente responsables. Estos actos políticos, de cuidado y ética, contribuyen finalmente a crear experiencias de goce de maternidades y al reconocimiento de la mujer, visibilizándola, pero también dándole un lugar y un sitio justo, creando así nuevas formas de vivir para nuestra sociedad. La concreción de estos anuncios nos permitirá como sociedad abrir los ojos y estar vinculantes con el presente en temas tan obvios, pero tan ausentes en la realidad.