En junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre y los beneficios de esta acción no sólo alcanzan a las personas que necesitan de ella, sino que también a los donantes
La sangre es la única sustancia que no es reemplazable por ninguna terapia ni ha podido producirse de forma sintética; vale decir, hasta ahora no existe una versión artificial de ella, por lo que su donación es el único método eficaz y seguro de salvar vidas. Quien dona está realizando un acto altruista y voluntario, que brinda grandes beneficios, pero puede ser intimidante para muchos, debido a una serie de mitos respecto al proceso y los requisitos para hacerlo.
“Las transfusiones son fundamentales para salvar la vida de personas que están sometidas a tratamientos que producen deficiencia de sangre o han sufrido accidentes. Sin un stock necesario, gran parte de la actividad médica quirúrgica, terapias oncológicas o trasplantes no podrían realizarse”, destaca Paula Molina, químico farmacéutico de una conocida cadena de farmacias.
En Chile, existe un protocolo claro para quienes quieran donar sangre. El Ministerio de Salud advierte que el donante debe tener entre 18 y 65 años, haber dormido 5 horas como mínimo, pesar más de 50 kilos, haber comido en las últimas cinco horas, no estar embarazada y se deben dejar pasar tres y cuatro meses desde la última donación, en el caso de hombres y mujeres, respectivamente. “Es un procedimiento sencillo y rápido. No dura más de 15 minutos en los cuales, además, estás siendo monitoreada por profesionales de la salud”, enfatiza Molina.
Pasemos a revisar algunos de los mitos más comunes:
– El cuerpo se debilita al donar sangre: En el cuerpo, el volumen de sangre se reemplaza rápido y en unas pocas horas vuelve a normalizarse, sin que las tareas normales se vean alteradas. “Se aconseja evitar esfuerzos y cargar peso con el brazo del que se extrajo sangre en las siguientes seis horas. Además, hay algunos enfermos crónicos para quienes está contraindicada la donación”, señala la farmacéutica.
– Si fumo o bebo alcohol, no puedo donar: Es recomendable no fumar unas seis horas antes y hasta dos después de donar, pero la condición de fumador no inhabilita la donación. En cuanto al alcohol, sólo no se debe beber en las 12 horas previas a la extracción.
– Donar sangre adelgaza o engorda: La donación no altera el peso corporal. Tras la donación, es normal que se abra el apetito, por la necesidad de recuperar energía, pero los mililitros que se extraen se reponen rápido y no hay cambios evidentes en el cuerpo. Para Molina “siempre es recomendable alimentarse de manera balanceada y, en particular, beber mucho líquido las 12 horas siguientes”.
– Puedo contraer VIH o alguna otra enfermedad si dono o recibo sangre: Todos los elementos utilizados son estériles y desechables. Por otra parte, la sangre donada es analizada para evitar que cualquier enfermedad del donante se le contagie al paciente. Si se detecta la más mínima alteración, la unidad se desecha y se le informa al donante, una vez que las pruebas sean confirmadas por el Instituto de Salud Pública (ISP).
– Las personas con piercing y tatuajes no pueden ser donantes: Pueden serlo, sólo que 6 meses después de haberse realizado el último.
Otros beneficios de donar sangre
Pocas personas conocen que la donación de sangre no sólo beneficia a quienes la necesitan, sino que también al donador. Según estudios, habrían efectos beneficiosos en el colesterol, ya que aumentarían los niveles de las partículas de colesterol “bueno” o HDL, disminuyendo el riesgo de peroxidación (que se conviertan en peligrosas para las arterias). Asimismo, otros apuntarían a que podría ayudar a controlar la presión arterial de las personas con hipertensión.
También, se ha podido comprobar que la donación disminuye el estrés oxidativo, elevando los niveles de una enzima antioxidante llamada superóxido dismutasa. De acuerdo a la farmacéutica, “pareciera ser que donar sangre es una fuente de estrés positivo, ya que para reponer la sangre el organismo activa sus mecanismos de defensa, disminuyendo el estrés oxidativo. Además, esto también significa menor envejecimiento”.
Según la Base Mundial de Datos sobre Seguridad de la Sangre de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de donación de nuestro país es de 17 por cada mil habitantes, muy por debajo de lo necesario si la comparamos con otros países, donde puede llegar a 31 personas. Junto con esto, y tras la pandemia por Covid-19, los donantes disminuyeron en un tercio respecto a periodos normales, de acuerdo al ISP. “Para asegurar el stock nacional, se necesitan cerca de 340 mil donantes al año. Por eso, la donación de forma altruista es tan importante, ya que no sólo se ayuda a salvar vidas, sino que también mejora la propia salud”, finaliza Molina.