Se acaba la primera parte del torneo nacional y el análisis no esconde sus ansias de valorar lo hecho
No ha sido un tránsito expedito, ni mucho menos. Los augurios del inicio esplendoroso, sobre todo tras triunfo holgado y justo ante Colo Colo, se disiparon con el correr tiempo y el mal juego del equipo.
Las dudas están posadas en el cuerpo técnico, respecto de quienes visaron su contratación y también sobre las «incorporaciones» que llegaron a conformar el plantel 2023.
Pero más allá de esas incertidumbres que nadie asume, lo que sí es indubitable, es la baja constante y ostensible en cada campeonato.
aAño a año y precisamente en esta fecha, el club mira la tabla de posiciones desde abajo hacia arriba, con la preocupación y ocupación para salvarse de las brasas del infierno (Primera B).
No recuerdo con certeza que en el ombligo de la competencia, incluso en jornadas pretéritas, los «pensantes» de la institución pongan sus ojos en refuerzos para disputar una estrella y no para bajar de categoría.
Si un exceso es un error, ¿por qué se repiten los procesos y no construyen una política distinta?. Remar contra la corriente también es una opción y no es rebeldía desmedida irresponsable.
Contra Palestino se enciende el carbón o se apaga la mecha, solo el marcador de goles dictaminará el veredicto final.