El icónico proyecto mejoró la calidad de vida de 14 personas afectadas severamente por la patología en la región de O’Higgins
Mantener al paciente despierto en todo momento mientras se desarrolla la cirugía de Estimulación Cerebral Profunda es fundamental para lograr favorables resultados en beneficio de las personas que padecen Parkinson. “Durante la cirugía el paciente está vigil, completamente despierto, para que nosotros hagamos pruebas in situ que consisten en encender el estimulador y evaluar la respuesta. En este caso, vimos que el temblor prácticamente se controló a cero”, sostuvo la neuróloga del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), Dra. Constanza Burgos.
El programa de cirugías a pacientes con Parkinson, que recupera circunstancialmente la calidad de vida del enfermo, culminó su segundo proceso de intervenciones. “En total hemos operado 28 pacientes. Primero operamos 14 pacientes en el Hospital San Borja apoyados por el CORE. Todos provenientes de O’Higgins. Y ahora operamos a otras 14 personas, también financiado por el CORE”, afirmó la especialista, quien además proyecta dar continuidad a este plan neurológico.
El doctor André Fassler, neurocirujano perteneciente a la Clínica Universidad de los Andes, participó activamente en ambos programas. En la cirugía, el especialista inserta un dispositivo en el cerebro del paciente que funciona con electricidad, conectado a una batería subcutánea, el cual permite que los enfermos “se vean beneficiados en más de un 90% de los casos. El beneficio se ve fundamentalmente en la sintomatología motora”, es decir, se reducen los temblores, mejora la rigidez y la agilidad, otorgando una mejor calidad de vida a las personas.
Para que el neurocirujano implante el chip al interior del cerebro del paciente, éste se debe apoyar en un sistema de neuronavegación que “establece un plan de abordaje quirúrgico a la diana o al blanco quirúrgico que es un núcleo”, sostuvo el ingeniero electrónico, Daniel Cerquetti.
Posteriormente, el paciente recibe trenes de pulsos a una frecuencia específica que producen un efecto terapéutico. “Hacemos una estimulación intraoperatoria que imita lo que será su terapia clínica postquirúrgica, es decir, nosotros tomamos parámetros que después el médico neurólogo va a programar durante toda la vida del paciente”, añadió Cerquetti.
El programa asociado a la cirugía de Estimulación Cerebral Profunda fue financiado por del Consejo Regional de O’Higgins. El objetivo del HRLBO, a través del equipo de neurología, encabezado por la Dra. Constanza Burgos, es que las autoridades aprueben “un tercer proyecto y seguir ofreciendo este tratamiento avanzando para los pacientes con Parkinson. Recordemos que gracias al doctor Franco Ravera, este programa se pudo realizar acá, lo cual ha facilitado mucho las cosas para los pacientes. Él lamentablemente nos dejó, pero también nos ha dejado el legado y la misión de continuar operando y ofrecer una mejor calidad de vida para las personas enfermas con Parkinson”, concluyó.