Apoyando al paciente en esta alternativa a la hospitalización tradicional, estos profesionales desarrollan una rehabilitación temprana que posibilita la recuperación funcional, integral y general del enfermo para que retome su vida en el más breve tiempo
La hospitalización domiciliaria es una modalidad asistencial que permite descongestionar los servicios clínicos al interior de un hospital, favoreciendo la gestión de camas, pero, por sobre todo la atención progresiva del paciente, esto, en función de sus necesidades y complejidad de la condición de salud. Así lo describe Ignacio Lizama, kinesiólogo de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Regional del Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), uno de los siete kinesiólogos que integra esta unidad, la cual además cuenta con enfermeros, médicos, fonoaudiólogos, terapeuta ocupacional, administrativos, trabajadora social y TENS.
En específico, la participación kinesiológica, es un aporte significativo al objetivo de recuperación integral del paciente planteado por el equipo multidisciplinario de profesionales.
¿De qué se trata?
El profesional del HRLBO, explica “nuestra función asistencial dentro de la unidad liga las áreas de la kinesiología directamente a la solución del problema de salud que aqueja al paciente que es derivado a su domicilio en calidad de hospitalizado, con una mirada integral y humana. Coordinados con el resto de profesionales de la unidad antes de ir a domicilio, planificamos nuestras estrategias e intervenciones para solucionar el dolor, sensación física que el 95,5% de los pacientes que atendemos, describe como condición imperante”. Con lo anterior, Ignacio Lizama añade, “la idea es intervenir con una rehabilitación temprana que apoye la recuperación general, el objetivo que tiene el paciente para retomar su rutina habitual”.
¿Cuáles son esas áreas de intervención?
“Nuestras prestaciones son diversas y apuntan a las necesidades particulares de cada paciente que atendemos”, comenta el kinesiólogo del Hospital Regional, puntualizando, “intervenimos desde la kinesiología respiratoria, motora, de neurorrehabilitación y de cuidados paliativos como áreas de acción, que dependiendo del caso, implican oxigenoterapia, manejo de pacientes con traqueostomía, rehabilitación de pos operados con prótesis de cadera o rodilla con movimiento terapéutico básico (que incluye técnicas manuales y ejercicios físicos que previenen o trabajan en alteraciones musculares, óseas, articulares), además de la rehabilitación posterior a un accidente cerebro vascular”.
La impronta
Para Lizama, finalmente la disciplina y coordinación marcan la huella de un trabajo personalizado por objetivos, que inició con solo dos kinesiólogos hace poco más de siete años en el Hospital Regional. Actualmente, la unidad cuenta con un total de siete profesionales kinesiólogos que, coordinados por turnos, apoyan los tratamientos de un universo de 80 pacientes que buscan restablecer su salud en un contexto individual y social.
“Realizamos terapias que signifiquen un aporte a la solución del problema de salud que presentan los pacientes que atendemos, estableciendo una relación cercana y una comunicación continua con ellos durante las sesiones que oscilan conforme el caso, desde diarias a día por medio, para garantizar el alta con una recuperación eficiente en el tiempo “, concluyó el profesional del HRLBO.