En una tarde calurosa y repleta de actividades, el 12 de noviembre del año 2021, la ex Ministra del Deporte, Cecilia Pérez, anunciaba a la comunidad y la prensa local, que ya estaba en marcha la construcción del nuevo complejo deportivo Los Desordenados
Entre aplausos y emoción, los integrantes del tradicional club del barrio Estación de Rancagua, recibieron la anhelada noticia, que acompañó por décadas sus sueños, y que, a partir de esta pública notificación, se transformaba en una realidad. “Me siento muy orgullosa por el logro de estos valientes dirigentes, que, a punta de esfuerzo, comienzan a cimentar un futuro repleto de ilusiones”, dijo en aquella ocasión la secretaria de Estado.
Sin embargo, esos deseos de ver consolidada la iniciativa, transcurrido los meses, poco a poco se fueron diluyendo por trabas administrativas “casi insalvables”, que tienen al proyecto detenido y sin avance en sus obras definitivas.
“Yo era el presidente del club cuando donamos el terreno al municipio de Rancagua y conseguimos financiamiento con el Ministerio del Deporte para la edificación. La idea siempre ha sido entregar este espacio a la ciudadanía y que su uso no tenga limitantes. Pero ya ha pasado más de un año y no tenemos noticias. Hemos golpeado todas las puertas y no hay respuestas concretas. Nos sentimos decepcionados y apenados”, comenta Ricardo Garrido Cáceres.
RAZONES SIN RAZÓN
Para Jorge Abrigo Guerra, actual mandamás de Los Desordenados, el panorama no es nada favorable. “Nos encontramos en una etapa muerta. Nadie clarifica con certeza qué sucede, ni menos cómo seguirá este proceso. Transitábamos en un camino de mucha esperanza, pero todo se obstaculizó por trámites y papeleos que no entendemos ni nos explican. Ojalá haya voluntades políticas para desenredar esto”, finalizó el empresario y socio fundador de la institución, que el próximo año cumple 70 años de vida deportiva en la Región de O’Higgins.
En la despedida, un saludo con afecto al gran «Beto» Garrido que sigue dando la batalla, esperanzado también de lograr el anhelado recinto, sin duda “ Un Gran Desordenado”.