La policía civil identificó que el líder de la agrupación criminal operaba desde una cárcel de la Región del Biobío
En marzo de este año, la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (BRIDEC) Rancagua, recibió una serie de denuncias que indicaban la venta de vehículos que fueron pagados con cheques, los que al ser cobrado por los vendedores figuraban con orden de no pago por robo o falta de fondos.
Conforme a lo señalado por los afectados en las denuncias, la mayoría fueron contactados por un sujeto que indicaba encontrarse interesado en adquirir los vehículos en venta, pero este manifestaba estar en el sur del país y no poder viajar hasta Rancagua, entregando diversas excusas. En ese contexto, el supuesto interesado indicaba que enviaría a un conocido en su representación para revisar el vehículo y comprarlo en caso de gustarle.
Justamente, esa la parte fundamental de la estafa, ya que la transacción contemplaba que el vendedor se juntara en una notaría de la capital de O’Higgins con el representante del interesado para llevar a cabo la venta. Pero, a diferencia de las transferencias de automóviles que normalmente se llevan a cabo ante los ministros de fe, el representante habría solicitado al vendedor entregar un poder notarial que posteriormente permitiera inscribir el vehículo a nombre del supuesto interesado que se encontraba en el sur.
Conforme a lo indicado por la policía civil, una vez que la víctima intentaba cobrar los cheques con los cuales fueron pagados los vehículos, las instituciones bancarias señalaban que estos no tenían fondo o eran robados. De igual modo, al consultar los vehículos de las víctimas, se percataban que ya habían sido vendidos con el poder notarial en pocas horas a un tercero, que también se convertía en afectado.
Debido a lo anterior, la BRIDEC Rancagua decidió realizar vigilancias en notarías de Rancagua, lo que permitió identificar a dos mujeres que se encontraban realizando otra compra fraudulenta, por lo que fueron detenidas en flagrancia por los detectives.
Lo anterior permitió abrir una hebra que, mediante diversas técnicas investigativas, logró establecer a los policías estar ante la presencia de una banda criminal organizada cuyo líder operaba desde un recinto penitenciario de la Región del Biobío, quien perpetraba las estafas con la ayuda de otros cinco cómplices que se encontraban en libertad, entre quienes se encontraban sujetos que viajaban desde la ciudad de Temuco para embaucar a las víctimas de la Región de O’Higgins.
Luego que la PDI identificara a los integrantes de la red criminal, un equipo de detectives de Rancagua viajó hasta la ciudad de Temuco, donde los cinco miembros que operaban en libertar fueron detenidos y luego trasladados hasta el Juzgado de Garantía de Rancagua, para su correspondiente control de detención, en calidad de imputados por los delitos de estafa e infracción a la Ley de Armas, ya que al momento de su detención fueron sorprendidos con un revolver y munición.
De igual modo, durante el procedimiento, fueron incautados equipos celulares, equipos computacionales, dos chalecos antibalas y equipos radiales, entre otras especies que son consideradas evidencia.
Tras el control de detención, tres de los imputados quedaron con arresto domiciliario total, mientras continúa la investigación. En tanto, los otros dos imputados quedaron en prisión preventiva, sumándose al líder de la banda, que ya estaba cumpliendo condena por otros delitos.