Las sesiones que se realizan entre 30 a 45 min, contribuyen a que el enfermo mejore su movilidad, disminuya el dolor, aumente su fuerza y el rango articular
Son escasas en hospitales públicos, pero cuando están disponibles generan un impacto tremendamente favorable en la recuperación de los pacientes. Las piscinas temperadas terapéuticas cumplen un rol reconocido por los especialistas, ya que permiten que los enfermos evolucionen más rápido y su calidad de vida mejore considerablemente.
“Son muy pocos los centros de salud a nivel nacional que presentan una piscina temperada en un hospital público. La mayoría de las piscinas con enfoque kinésico se encuentra en la red privada”, sostuvo Julián Cerpa, kinesiólogo del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), quien agregó que esta prestación es de gran ayuda para los pacientes y que particularmente “este establecimiento atiende personas de diferentes comunas de la región” como Coltauco, Doñihue, Rancagua, Pichilemu, Peumo, entre otros.
Cada mes, el centro de salud asiste a cerca de 30 personas derivadas por médicos fisiatras o traumatólogos, quienes solicitan terapia para el paciente producto de distintas enfermedades que afectan su musculatura o movilidad. “La idea es realizar una atención personalizada, es decir, que nuestro paciente permanezca la mayor cantidad de tiempo con el kinesiólogo para que la sesión sea más efectiva”, sostuvo el profesional.
“Empecé el tratamiento en marzo producto de una enfermedad inmunológica que me afecta la fuerza”, afirmó Sofía Zúñiga. La joven paciente presenta una debilidad muscular permanente y con la piscina terapéutica del HRBLO siente que sus avances son notorios. “Me ha ayudado un montón para recuperar la fuerza, la autonomía, la independencia. Los dolores han disminuido mucho también. La verdad es que todos en el hospital han sido súper atentos y confortables”.
Por su parte, Michelle Madrid, también paciente del HRLBO, indicó que “entré a la piscina hace como un mes y medio aproximadamente. He avanzando muchísimo. Se nota la diferencia en la movilidad, hace un mes tenía una movilidad nula; y ahora me puedo agachar sola, me puedo vestir sola. Mis músculos se han soltado muchísimo con las terapias”.
Finalmente, Julián Cerpa, kinesiólogo a cargo de la piscina temperada en el Hospital Regional, señaló que los beneficios para los pacientes son claros y están básicamente asociados a “mejorar patologías, disminuir dolores, alivio, marcha, movilidad”. Asimismo, puntualizó que las atenciones se realizan los días lunes, miércoles y viernes durante todo el día, ejecutando diferentes ejercicios de piernas, brazos, desplazamiento, entre otros.