El objetivo es entregar una atención oportuna, expedita y coordinada a sus pacientes infantiles, considerando las prioridades establecidas de acuerdo a la gravedad de cada caso
Las atenciones en las urgencias del país no se realizan por orden de llegada. El sistema en vigencia consta de una categorización del paciente que brinda prioridad de respuesta para aquellas personas que permanezcan bajo una condición de salud grave, en riesgo vital y/o moderado.
“Lo que usamos es un modelo de categorización llamado ESI que se usa a nivel nacional, instruido por el Ministerio de Salud. Este sistema ve a los pacientes desde mayor gravedad a menor gravedad”, aseguró la supervisora de la Unidad de Emergencia Pediátrica (UEP) del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), Marcela Torrens.
Por su parte, la jefa de la UEP, Dra. Raquel Carreño, indicó que “mientras más recursos clínicos se necesitan para nuestro paciente, el caso es más grave. De esta forma lo clasificamos como E1 porque es un paciente vital y si no lo atendemos puede morir”.
El programa cuenta con 5 niveles de categorización, por ejemplo “los pacientes E1 que son los más graves. Que vienen politraumatizados de los accidentes, pacientes convulsionando o grandes quemados. Ellos son pacientes graves que pasan inmediatamente a la atención” afirmó la enfermera Torrens.
Asimismo, el modelo considera los pacientes E2 que “son enfermos que están graves, que no tienen riesgo vital inminente, pero puede cambiar su condición. Esos son pacientes con patologías que pueden poner en riesgo su vida”, indicó la profesional, como por ejemplo niños o niñas que presentan “fracturas expuestas, diarrea con deshidratación severa, taquicardia, entre otros”, agregó.
Los enfermos categorizados como E3 generalmente padecen “patologías respiratorias, obstrucciones respiratorias, deshidrataciones moderadas o severas que requieren una atención. Esos pacientes tienen que ser atendidos en un periodo máximo de 90 minutos”, sostuvo la supervisora de la urgencia pediátrica.
Respecto de aquellas personas que consultan por malestares asociados a fiebre (menor o igual a 39°C), dolor de cabeza moderado, dolor estómago u otros síntomas similares, se categorizan en E4 o E5 y no tienen tiempo determinado de atención, dado que la espera se extiende hasta que los pacientes más graves disminuyen. Ante ello, la Dra. Carreño señaló que “el llamado a nuestra comunidad es a utilizar adecuadamente la red de urgencia, acudiendo a CESFAM, SAPU O SAR en caso de presentar síntomas leves o moderados para descongestionar nuestro servicio” de urgencia pediátrica del HRLBO que registra “entre un 50% a un 60% de pacientes que debieran ser atendidos en la atención primaria porque son categorizados en E4 o E5 en función a sus síntomas”, concluyó.