El Subprefecto Cristián González Barría, Subjefe Biro Mostazal, envió un saludo a las madres de la PDI
Qué mejor regalo nos ha dado la vida y qué preciado afecto nos entrega cada día. Su sabio consejo, su amor sin igual, su preocupación y el acogedor calor del hogar. La sopa caliente, el pan crujiente, la mesa puesta y su amor incondicional.
Sí, esa mujer que puede otorgar cada una de las bondades aquí enunciadas, le llaman «mamá». Y yo, en estas pocas líneas, hago un sentido homenaje a la mía; también a mi esposa, madre y secreta amiga de mis hijos.
También a todas aquellas mujeres que día a día se esmeran en dar lo mejor de sí por sus retoños; noble razón y suficiente motivo para su existir.
Pero en esta fecha tan especial, es importante destacar el amor sin igual que una mujer y madre policía sabe entregar.
Son ellas las que día a día buscan la verdad dentro y fuera del hogar. Son ellas, las que día a día, trabajan en pos de la justicia, la igualdad y la sana convivencia social.
A esas madres, que juraron la vida entregar por la dicha ajena, por la seguridad, la justicia y el común bienestar. A esas mujeres, que día a día, y sin vacilar, arriesgan su vida, comprometen su tiempo, desdoblan esfuerzos, sin nunca olvidar que son madres, valientes mujeres de bien, amor y paz.
Su fiel recompensa es confiar y esperar que, al final del día, allí, en la intimidad de su hogar, la esperan ansiosos sus hijos, sus pequeños retoños, junto al calor del amor fraternal.
A ti, mujer PDI, que día a día das más del esfuerzo maternal, dejando a los tuyos por ese compromiso sin igual, para otorgar seguridad y tranquilidad a la sociedad.
A ti, mujer PDI, que acallas tus penas y amarguras por hacer feliz al prójimo, a un niño, a un desvalido, a quien sufre necesidad. Y que sólo tú, mujer PDI, sabes entregar.
A ti, mujer y madre; esposa y amiga; creadora de vida, protectora infinita que vistes de traje, luces radiante; que duermes a saltos pero siempre lista, llana y dispuesta, al quehacer policial.
Nunca olvides, que eres valiente mujer, que justificada y aprobadamente te hacen llamar “mamá”.
¡Feliz día mamá PDI!.