En una durísima final a penales, el ya campeón celeste, logró su segunda copa al derrotar en penales a Deportes Iquique.
En una soleada jornada, fue que el equipo de Rancagua que tiñó de celeste el estadio, donde los seguidores del Capo de Provincia repletaron las graderías capitalinas.
A pesar de los positivos augurios, los celestes comenzaron el encuentro con Deportes Iquique sin mucha suerte. Calandria tuvo que ser reemplazado después que se lesionara y el primer tanto del partido dejó a los rancagüinos en desventaja en los primeros 10 minutos.
Fue Pedro Figueroa quien logró igualar en el minuto 38 del encuentro, tras la clara predominancia de los dirigidos por Berizzo. Antes de ir a los camarines tras el primer tiempo del encuentro, O’Higgins se encargó de poner su marca en la cancha, dejando en claro que fueron superiores en el juego.
Al comienzo del segundo tiempo del encuentro, ninguno de los dos equipos pudo anotar en el arco contrario, a pesar de las llegadas de ambos lados. Fue de esta manera que el tiempo reglamentario llegó a su fin y el árbitro llamó a la definición por penales.
Fue Opazo quien metió el balón en el arco de los Dragones, y Zenteno quien la pierde para el equipo norteño. Chávez y Pinares pierden sus oportunidades de convertir para ambos equipos. Así se pierden dos oportunidades más ambos equipos. Llegó el penal decisivo en los pies de Brito, quien logró meter el balón convirtiendo a O’Higgins en Campeón de la Súper Copa.
De esta forma, llega la última victoria de Berizzo como técnico de O’Higgins, quien tras el partido confirmó que dejará la dirección del equipo Rancagüino.
Sólo queda por decir ¡¡¡GRACIAS TOTO BERIZZO!!!!