Tanto los estudiantes que transitan la presencialidad, como aquellos que se sumaron a través del aula móvil, dieron el vamos a este periodo lectivo 2022
Llegado el tres de marzo, fueron sumándose uno a uno los alumnos que conforman el programa de Aula Hospitalaria, una iniciativa que apoya la educación formal en los niveles prebásicos, básicos y medios, de pacientes que por motivos de salud han visto interrumpido el desarrollo de sus aprendizajes en virtud de sus hospitalizaciones o tratamientos médicos. Gracias a ello, pueden retomar sus estudios en el propio Hospital Regional del Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO,) en las modalidades de atención sala cama, ambulatoria y domiciliaria con aula móvil.
“Hasta ahora ha sido una experiencia muy gratificante, hemos avanzado en torno al vínculo y la interrelación entre el mundo de la educación y la medicina, podido dar resguardo educativo a estos pacientes que requieren continuidad, lo que nos pone felices”, expresó Carolina Bahamondes, directora académica de Fundación Inclusiva, administradora del aula hospitalaria en el HRLBO.
En ese mismo contexto, Maite Donoso, profesora de educación diferencial del aula del hospital LBO y especialista en dificultades del aprendizaje e inclusión educativa del centro asistencial, agregó que, “estamos recibiendo a los alumnos con mucho entusiasmo, quienes se van incorporando progresivamente en sus distintos niveles, y modalidades conforme las derivaciones y condiciones médicas, como nuestro reciente matriculado, que próximo a cumplir cinco años, ingresó a nuestra escuela para cursar kínder”.
El aula hospitalaria, mantiene una matrícula de estudiantes que va desde los cuatro y hasta los 18 años de edad, concentrando este año alumnos cuya condición se asocia principalmente a salud mental como refiere Bahamondes, “los diagnósticos más recurrentes que hemos venido observando en este último tiempo han estado relacionados con salud mental y la situación de pandemia que hoy estamos viviendo”.
Sin embargo, Bahamondes sostiene que pese al fenómeno, hay alumnos que cursan patologías cardiológicas, destacando que, “hemos estado transitando a más derivaciones, como aquellas oncológicas, y este año, queremos abrirnos a más patologías aún, con educación compensatoria al rezago que significa la enfermedad, porque nuestros objetivos de resguardar el derecho, acceso, igualdad y equidad educativa, se alinean con las políticas públicas que instituyen que ningún niño quede fuera del sistema educativo, lo que aumenta nuestras expectativas respecto del año escolar y valida que la salud no esté exenta de brindar esa protección”.
En cuanto a la modalidad de aula hospitalaria móvil, que inició como proyecto el 2021, el año lectivo que recién arranca reviste gran importancia porque permite reanudar lazos, reconectar emocional y académicamente con los alumnos, fortaleciendo con ello la sensación de acompañamiento en la propia situación de enfermedad de los mismos, para apoyar el aprendizaje y asimismo la recuperación, como expresa Orlando Orellana, coordinador del aula hospitalaria móvil del Hospital Regional de Rancagua.
La iniciativa, avanza este año con el mismo ímpetu que posibilitó su primera licenciada de cuarto medio en diciembre de 2021, con protocolos sanitarios estrictos, la acreditación respectiva del esquema de vacunación completo contra el Covid-19 y el certificado emitido por el médico tratante que justifica la compatibilidad con la escolaridad.