Compartir las emociones con el entorno, bajar las exigencias, tomar descansos durante el día y realizar actividades físicas al aire libre son algunos de los tips a considerar para sobrellevar de mejor manera los últimos días del mes del año que culmina
Estamos culminando diciembre y con ello se viene todo lo que significa llegar a fin de año: informes, vacaciones, gastos, entre muchos otros. Esto enmarcado en casi dos años complejos para muchas personas por los efectos que ha tenido la pandemia por Covid-19.
En ese sentido, pese a que actualmente hay una mayor movilidad y más permisividad en cuánto a aforos, el cierre de un año y mantenernos en pandemia sigue generando cuadros de estrés y ansiedad. Además, considerando el cansancio acumulado y la exigencia adicional de energía que requiere esta época, no es extrañar que muchos se sientan más agobiados. Es por ello que Karina Vargas, psicóloga clínica de una conocida clínica de salud, entrega algunos consejos de cómo manejar las próximas semanas:
- Respetar los tiempos de cada uno y planificarse
Todos experimentan de manera distinta estas últimos días del año y la clave se centra en la planificación y el respeto por el otro. Por ello, la especialista señala que es fundamental “respetar los tiempos, planificar y llevar una agenda de las actividades que se harán y las que no, de manera de tomar decisiones con antelación. Debemos organizar adecuadamente los tiempos y horarios, jerarquizando, priorizando e identificando aquellas tareas que puedo hacer o que puedo delegar. Esto es funcional tanto a nivel familiar como laboral”.
En relación con las celebraciones que están próximas a realizarse, enfatiza que “todos vivimos esta época de manera distinta y cada uno verá como celebrar este fin de año, pero independiente de la decisión, es importante que ésta sea en base al respeto, aceptando el sentimiento de cada integrante de la familia que quiera mantenerse alejado de algunas festividades. Es clave empatizar”, aconseja Vargas.
- Cuidar el bolsillo y no sobre endeudarse
La preocupación propia que genera las compras por regalos y comida, sumado a las deudas y pagos de fin de año, ponen una presión importante sobre las personas. Por lo mismo, debemos “reconocer la capacidad adquisitiva, no sobre endeudarnos y conversar de manera honesta con la familia respecto a los regalos de navidad. Lo fundamental es mantener un espíritu de amistad y comprensión, además de compartir estas celebraciones con todos nuestros seres queridos, dando un sentido especial a estas fiestas y enfocándose en lo esencial”, asegura la psicóloga.
En esa misma línea, sostiene que “es bueno que nuestros hijos entiendan que hay límites y no siempre podemos entregar todo lo que desean. Puede resultar útil hacer un amigo secreto o ayudar a los niños a priorizar las necesidades, siendo selectivo con los regalos. La memoria emotiva ayuda a recordar los momentos vividos más allá del recuerdo de un presente en específico”.
- Reflexionar y reconocer tus emociones
“En este periodo es importante que dediquemos un tiempo a nosotros mismos y a reflexionar, viviendo las emociones que nos emergen. Debemos confiar en lo que dice nuestra mente y cuerpo, estar atentos a las señales y escucharlas, puesto que nos puede aportar información valiosa”, comenta.
Por otro lado, indica que “estas celebraciones se pueden ver como una oportunidad para hacer una evaluación del año, analizar los logros conseguidos, pensar nuevas metas y focalizarse en objetivos concretos”.
- Bajar las exigencias y ser realistas
Durante estas fechas suele ser habitual sobrecargarse de actividades y e informes, lo que puede generar aún más estrés para algunas personas. Según la especialista “el aumento de carga u obligaciones nos lleva a exigirnos más de la cuenta, generando agobio y más ansiedad. Lo clave en ese sentido es ser realista con las labores que tenemos, delegar actividades y solicitar ayuda, tanto a tu grupo familiar como equipo de trabajo, a fin de redistribuir el trabajo. Hay que recordar que cualquier exceso afectará su bienestar”.
- Evitar la monotonía y realizar actividades
Generar espacios para la actividad física, compartir con la familia y amigos, respetando las medidas de autocuidado son fundamentales en este período en el que aún debemos seguir cuidándonos. “La vida social es uno de los elementos más importantes para la salud mental, considerando que somos seres gregarios. Por eso, realizar un hobbie y rutinas sencillas de actividad física, aumentan nuestro bienestar, permiten canalizar emociones mayormente adaptativas y con ello, disminuir algunas cuotas de tensión acumulada. Además, muchas instituciones públicas y privadas hoy organizan actividades en parques al aire libre, clases de yoga, baile o ejercicio gratuitas que nos ayuda a fortalecernos física y emocionalmente”, sostiene la psicóloga.
- Tomar descansos durante el día
En periodos de alto estrés la desconexión es fundamental. Muchas personas han aumentado sus horarios laborales, lo que puede tener efectos negativos, puesto que los riesgos de estar un tiempo prolongado frente a un computador o autoexigirse más de la cuenta, terminan generando una fatiga mental que se traduce en sensación de agobio. Al respecto, la especialista de RedSalud recomienda que “muchas veces es necesario establecer espacios de desconexión, aunque suene paradójico en situaciones de estrés por sobrecarga, agregar 15 minutos en tu día destinados solo a desconectarte puede tener un impacto significativo en la salud”.