La Unidad de Urgencia del Hospital Regional LBO, realizó un ejercicio, sin que el personal estuviera enterado, con el objetivo de evaluar la calidad de respuesta y mejorar el tiempo de reacción
Fue una atención real, con reacción espontánea por parte del equipo de salud y con una mujer que presentaba criterios de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) isquémico. Sin embargo, la acción se trató de un simulacro sorpresa para la Unidad de Urgencia del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO) que debió activar protocolos, sin que funcionarios conocieran el detalle del ensayo, con el objetivo de asistir a una paciente (actriz) para estabilizarla y salvar su vida.
“La idea es medir nuestro desempeño en términos de reconocimiento, en términos de celeridad, de tiempo de tratamiento desde que consulta el paciente hasta que llega el momento de aplicar la terapia que es la trombólisis cerebral”, afirmó el urgenciólogo, Dr. Juan Pablo González, jefe de la Unidad de Urgencia del establecimiento.
El tratamiento para el ACV isquémico registra resultados favorables en el paciente, pero debe ser aplicado por los especialistas lo antes posible. “La dificultad de esto, es que tenemos una ventana muy corta de tiempo para aplicar el tratamiento. Es decir, solo se puede ejecutar dentro de 3 horas desde que iniciaron los síntomas. A veces hasta las 4,5 horas desde que iniciaron los síntomas en algunos pacientes”, aseguró el especialista.
Lamentablemente, la mayoría de las personas afectadas no llegan a tiempo a consultar. Por ello, es importante conocer los síntomas que provocan esta enfermedad con el objetivo de identificar de forma precoz un posible ACV isquémico. El jefe de la Unidad de Urgencia, Dr. González, precisa que “lo que hay que fijarse con atención es sí pierde la fuerza de un lado del cuerpo, la cara, sí se le deforma un lado de la cara y la capacidad de hablar, es decir, las personas comienzan a hablar con dificultad. Esos son los síntomas que debemos conocer”.
El simulacro implicó toma de muestra, análisis de laboratorio, exámenes de imagenología, electrocardiograma, entre otras acciones que permitieran establecer un diagnóstico certero de la paciente.
Los ensayos clínicos asociados al ACV isquémico buscan evaluar la calidad de respuesta y los tiempos de reacción de los funcionarios, además de fortalecer la atención de los pacientes. “Consideramos que en este primer simulacro nos fue bastante bien, nos demoramos 36 minutos en todo el proceso y también detectamos que tenemos oportunidad de mejora, incluso podríamos actuar más rápido” sostuvo el médico, añadiendo que “la idea es que entremos en una línea de recapacitación y de mayor entrenamiento de todo el personal para poder certificarnos a nivel mundial como uno de los centros con respuesta excelente a la atención de accidente cerebro vascular”, concluyó.