Un parto prematuro o traumático altera el vínculo madre-hijo desde los primeros segundos del nacimiento. El porteo en tanto, se transforma en alternativa, que al interior del HRLBO, promueve el reencuentro y lo implanta como desafío
El apego materno es sin dudas fundamental en el desarrollo infantil y es que, desde el momento de nacer, el nexo entre una madre y su hijo trazará la forma en que se establecerá la relación afectiva entre ambos y con el mundo circundante. Sin embargo, cuando el parto sucede antes de lo proyectado, incide fuertemente en este proceso, implicando la separación transitoria del uno y el otro, generando una desconexión e incertidumbre.
En ese contexto, la Dr. Andrea Molina, neonatóloga y jefa de la UCI neonatal del Hospital Regional del Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO) señala que “el nacimiento prematuro es súper traumático. La mamá tiene a su hijo y lo deja solo en un lugar que no es con ella, sin contención, con extraños, afectando el apego”. Agregando, “el recién nacido tiene derecho a estar con sus padres y pensando en estos casos, queremos apuntar al acercamiento de los mismos a ellos para beneficiar el vínculo, a través del porteo que, durante el tiempo de visita, permite la estimulación sensorial del bebé y lo ayuda a integrarse con el entorno”.
La promoción que el hospital Regional hace del porteo, como elemento que nutre el apego materno y como herramienta práctica por sus múltiples beneficios, según indica la profesional, “viene de la experiencia vivida en Colombia, en la década de los 70’, que considerando datos históricos, que indican su uso desde tiempos remotos y en las distintas culturas, lo utilizó en el plano intrahospitalario para satisfacer la escasez de recursos, como incubadoras en sus unidades neonatales con éxito, observando que el fular o canguro, favoreció la confianza, seguridad de los bebés, disminuyendo el estrés y generando bienestar a los padres o cuidadores, de allí que queramos replicarlo aquí”.
Para Bernarda Orellana, quien tuvo a Vladimir cumpliendo su 25 semana de gestación, la iniciativa implementada en el HRLBO, de portear a su bebé durante el tiempo en que lo visita en la unidad ha sido muy positiva, expresando que “Vladimir fue extremo prematuro y estuvo en incubadora. Lo pasó muy mal al principio y que me hayan permitido portearlo ha hecho todo más humano. La sensación es enriquecedora, puedo acariciarlo, regalonearlo, me puede sentir, se mueve y se comunica cuando lo tomo. Vengo todos los días desde Placilla, y me contenta que no tenga que solo mirarlo, ahora puedo mecerlo. El canguro -mientras esté aquí- es muy provechoso”.
July Millacoi por su parte, sostiene que “el porteo ha sido beneficioso porque le da continuidad al apego que perdí cuando mi hijo nació. El tiene problemas respiratorios y fue intubado. La mochila revive en parte el tiempo en que él estuvo en mi guatita. Soy de Pichidegua y cada día que vengo noto que mejora en todo, desde sus afecciones a sus reacciones cuando estoy cerca”.
Actualmente, el centro de salud inició una campaña solidaria que busca recaudar y aumentar la capacidad de porta bebés. “Tenemos stock limitado de mochilas, queremos ser autosuficientes y aumentar para hacer de esta experiencia un agrado y que otros hospitales nos sigan” indicó la Dr. Andrea Molina.
Finalmente, la jefa de la UCI neonatal, destacó que “nosotros promovemos la mochila intrahospitalaria porque beneficia el apego de nuestros pacientes con sus padres y/o cuidadores, ayuda a mejorar la lactancia, la depresión post parto y la transición intrauterina al extrauterino. Queremos ser el primer hospital de la zona que implementa este elemento durante la estadía de los bebés ya que luego es el programa Chile Crece Contigo, quien entrega el porta bebé en su ajuar”.