Se trata de un procedimiento quirúrgico paliativo en que se instala un dispositivo subcutáneo que permite disminuir considerablemente las fluctuaciones motoras (temblores) provocadas por la enfermedad
Un Parkinson avanzando puede limitar el desplazamiento de una persona en un 100%. Los permanentes temblores en el cuerpo, la rigidez envolvente de las extremidades y la nula autovalencia del paciente, convierten a esta enfermedad en una de las patologías más complejas en la actualidad.
No obstante, existe una alternativa quirúrgica paliativa que ilusiona a los enfermos con Parkinson. Nos referimos a la Cirugía de Estimulación Cerebral Profunda, un procedimiento que “consiste en la estimulación de neuronas, localizando electrodos en posiciones profundas del cerebro. Se debe hacer con una planificación, con imágenes de alta resolución y además un software adecuado para poder posicionar los electrodos”, nos cuenta el jefe de Neurocirugía del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), Dr. Franco Ravera.
El principal centro de salud de la región realizó la segunda intervención de este tipo a una paciente de 57 años con un avanzado estado de la enfermedad. La expectativa de los especialistas, es que la mujer logre recuperar su autonomía “entre un 70% a 90%”, aseguró la Dra. María Consuelo Burgos, coordinadora del Equipo de Neurología del establecimiento.
De acuerdo a lo indicado por el Dr. André Fassler, neurocirujano de la Clínica Dávila, que asistió y colaboró en la intervención quirúrgica, “esta cirugía tiene dos partes. Una que es la instalación de los estimuladores cerebrales profundos en el centro del cerebro y lo otro es la implantación de la batería recargable, que tiene una vida útil de 15 años”.
El mecanismo se conecta a un sistema de marcapaso, que se puede regular de acuerdo al requerimiento del paciente. El encendido se realizará un par de semanas después de la operación, presentando beneficios a corto plazo. “Los pacientes logran bastante autonomía y se logran desprender de los fármacos, que es importante, porque con medicamentos tienen altos y bajos. Entonces, con esta cirugía, sí se logra una estabilidad que genera una mejor condición y calidad de vida, disminuyendo las fluctuaciones motoras de forma considerable”, aseguró el Dr. Ravera.
Quien hace la evaluación para el ingreso de los pacientes a este programa quirúrgico, financiado por el Consejo Regional de la Región de O’Higgins y Fonasa, es la Dra. María Consuelo Burgos del HRLBO. Según la especialista “es súper importante la selección del paciente para ver a quiénes les va a beneficiar la cirugía. Y de eso, hay varios criterios, como el tiempo de evolución, las complicaciones motoras, que ya tengan o no, porque en realidad el paciente que está en buen control con su tratamiento farmacológico, probablemente no requiera la cirugía”.
El actual plan contempla operar a 14 pacientes, no obstante, “esperamos que continúen más proyectos. La idea del equipo del Hospital Regional y del Servicio de Salud O’Higgins es que haya una continuidad. Que sea una constante en el tiempo”, concluyó la neuróloga.