El descubrimiento de las sustancias ilícitas se produjo durante la revisión corporal, que realiza la guardia de Gendarmería a las visitas antes que ingresen a los recintos penales.
Tres han sido los casos de personas que durante la última semana fueron sorprendidas tratando de ingresar droga a los penales de la región. El primero de ellos, en el Complejo Penitenciario de Rancagua y los otros dos casos en centro de Cumplimiento Penitenciario de Rengo; en el último, coincidentemente, a familiares del mismo interno.
En el primero de los casos, una mujer que pretendía ingresar a la visita fue sorprendida con seis papelillos de pasta base de clorhidrato de cocaína, la droga la llevaba oculta dentro de un monedero que contenía un calcetín de bebé donde estaba escondida la sustancia ilícita.
El segundo hecho, se produjo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Rengo, donde con diferencia de tres días dos familiares de un mismo interno, condenado por microtráfico de droga, intentaron ingresar marihuana al establecimiento. El interno que esperaba la droga había sido trasladado el día anterior, del primer hallazgo, desde el complejo de Rancagua hasta las dependencias de Rengo.
Para el director regional de Gendarmería (s), coronel Sergio Alarcón Aravena, el tema de la droga es preocupante, ya que “una persona que consume droga al interior puede alterarse y puede provocar lesiones a sí mismo o a terceros e incluso al propio personal de gendarmería”.
Señaló además, que Gendarmería de Chile tiene a su cargo a personas y en este sentido la población penal que está cumpliendo una condena o que está en prisión preventiva tiene que estar segura y “la seguridad no tiene sólo que ver con mantenerlos al interior y trabajar con ellos, tiene que ver con que ningún elemento ajeno pueda causarles algún tipo de daño y entre esos elementos prohibidos esta la droga”, dijo el coronel Alarcón.
Por lo tanto, para él la seguridad va más allá de mantenerlos contenidos en un sector determinado donde se les restrinja el libre desplazamiento. Es por ello que en pro de la seguridad el personal de Gendarmería está actuando con total profesionalismo ejecutando estrictas labores de seguridad.
“El control y registro corporal es una de las principales medidas que se toma para evitar que ingresen drogas y todo tipo de elementos prohibidos, ya sea, armamento, munición y todo tipo de elementos explosivos”.
Así mismo, el coronel Sergio Alarcón Aravena, destacó que “el Complejo Penitenciario de Rancagua cuenta con elementos tecnológicos que nos permiten detectar elementos prohibidos, pero en las unidades tradicionales nos se cuenta con esa tecnología y es ahí donde actúa el profesionalismo y la astucia del profesional que tiene que realizar el registro corporal manualmente, así como la revisión de los paquetes que lleva la visita”, dijo.
En el caso del registro corporal hay ciertas limitaciones, ya que “nuestro personal no puede invadir el cuerpo humano, pero si podemos visualizar y a través del tacto encontrar algunas cosas”.
En cuanto a las personas que han sido sorprendidas portando drogas, el coronel de Gendarmería, comentó que existe un protocolo que se debe seguir y que tiene que ver con la comisión de delitos, ya que “como funcionarios públicos tenemos la obligación de denunciar toda acción constitutiva de delito y obviamente el ingreso de droga lo es. Nosotros requisamos la droga, pero inmediatamente avisamos al Ministerio Público y es el fiscal de turno quien determina las diligencias a seguir, una de ellas y la más común es poner al infractor a disposición de Carabineros o la PDI”, concluyo.