La bolsa plástica se ha convertido en el símbolo del creciente problema de la contaminación global por plástico [1]. Evito utilizarlas, pero ¿cuál es el efecto de dicha acción frente a la escala del problema?
Antes de enfocarnos en las consecuencias de los actos, contextualicemos el problema de la contaminación por plástico. Para este fin, consideremos la descripción del Gran Parche de Basura del Pacífico dada por Matthias Egger durante una entrevista del podcast Catching UP de The Ocean CleanUp. Matthias Egger, ha pasado largos períodos de tiempo en expediciones estudiando el parche de basura y cuenta que éste es como el cielo en la noche. El mar está lleno de pequeños fragmentos de plástico en su mayoría de ellos blancos. Si el mar está en calma, se ven muchos microplásticos; si el mar está agitado, no se ve nada o tal vez objetos grandes. Lo más impresionante es que pueden pasar días sin avistamientos; y de repente, hay basura por todas partes. Aparecen juguetes, sandalias, botellas…objetos que no pertenecen ahí. Luego de haber navegado por una semana en Alta Mar, de un momento a otro la basura humana está por todas partes. Alucinante.
¿Cuál número tiene más impacto 1 o 7?
Al igual que otros desechos plásticos, las bolsas no pertenecen a la naturaleza. Pero a nivel mundial existen al menos siete definiciones de bolsas plásticas–esto complica los esfuerzos por disminuir su proliferación [1]. En Francia y Túnez, se optó por establecer un espesor legal, 50 y 40 micrones, respectivamente. Mientras que en Chile, se prohibió la entrega de bolsas plásticas en el comercio, a menos que éstas sean necesarias por higiene o para prevenir desperdicios. En otras palabras, sin un acuerdo, prohibir las bolsas plásticas solo está creando lagunas que las mantiene en circulación.
En consecuencia, en el escenario donde cada país alcance sus propios compromisos de reducción de contaminación por plástico para el 2030, se estima que 53 mega-toneladas (MT) de desechos llegarán a los ríos, lagos y océanos del planeta. No obstante, si los esfuerzos son coordinados, las proyecciones indican que en la misma escala de tiempo es posible emitir menos de 8 MT de desechos plásticos [2].
La Figura 1 muestra las medidas requeridas para enfrentar el desafío de la descontaminación: (a) reducir el desecho plástico entre un 25%-40% en todos los países; (b) aumentar el manejo de desechos–desde 6% a 60% en países de bajos ingresos; (c) limpiar el 40% de las emisiones anuales globales de plástico. Esto significa que al menos 1 billón de personas debería participar en la limpieza de costas.
De la troposfera al océano
Para alcanzar lo anterior, la Asamblea Ambiental de las Naciones Unidas está negociando un tratado sobre la contaminación por plástico similar al Protocolo de Montreal de 1987–-que detuvo el deterioro de la capa de ozono en la troposfera. El objetivo principal es fijar una fecha para detener las descargas de plástico al océano. Además, hay cuatro temas centrales en discusión: la definición de estándares que eliminarían inconsistencias, la coordinación de planes y metas, la uniformización de métodos y reportes, y la creación de un fondo para construir mejores facilidades de manejo de desechos en países menos desarrollados [1]. La Asamblea se reunirá de nuevo en Septiembre de este año (a seguir).
El fin de una era
En conclusión, el fin de la era del plástico depende del esfuerzo coordinado a nivel individual y colectivo. La articulación entre ambos permanece incierta, solo sabemos que la solución requiere de liderazgo tanto personal como global.
Referencias
[1] Laura Parker, Author National Geographic (2021) – ”Global treaty to regulate plastic pollution gains momentum”. URL: ’https://www.nationalgeographic.co.uk/environment-and-conservation/2021/06/global- treaty-to-regulate-plastic-pollution-gains-momentum’
[2] Stephanie B. Borrelle Ph.D David H. Smith Conser- vation Research Fellow (2020) – ”Predicted Growth in plastic waste exceeds efforts to mitigate plastic pollution”. URL: ’https://stephborrelle.com/latest-news/’