La construcción de los establecimientos demanda diversos estudios, destinados a analizar las proyecciones futuras de cada uno y su integración al reforzamiento de la red asistencial de la región
El próximo trimestre debería realizarse por parte de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, el proceso de licitación de la construcción de los nuevos hospitales de Rengo y Pichilemu, siendo estos los primeros hospitales de la Región que se incorporan al modelo de Alianza Público Privada (APP) y que permite acortar los plazos para la ejecución de proyectos de infraestructura, además de entregar la mantención del establecimiento la empresa que se adjudique la licitación “donde lo que falle es de reposición inmediata por parte de la empresa, desde una luz hasta un equipo médico como un scanner”, explicó la el subdirector médico (s) del Servicio de Salud O’Higgins, doctor Esteban San Martín.
En este caso, lo que se busca no es sólo la construcción de un nuevo edificio, sino que la normalización de los hospitales, es decir enfrentar la brecha en materia de recursos humanos, en relación con las prestaciones actuales y proyectadas y también en materia de equipamiento, a objeto de incorporar nuevos avances tecnológicos y adecuar las carteras de servicio, otorgando mayor cobertura a la población beneficiaria, considerando prestaciones a futuro que hoy no poseen.
Para ello se realizan diversos estudios previos a la inversión como son la gestión y cartera de servicio, demanda de prestaciones, recursos humanos, infraestructura, equipamiento, tecnología de la información y sustentabilidad financiera “que se basan en el crecimiento de la población, demanda epidemiológica, polos de desarrollo, producción y demanda proyectada, además del diseño de la red asistencial , lo que nos permite establecer cuántas camas se van a necesitar, cuántos boxes médicos, cuántos pabellones, en razón a los requerimientos futuros de la zona en que se ubica el establecimiento, este es un diseño complejo”, precisó el doctor San Martín.
Hospital de Rengo
Actualmente ambos hospitales cuentan con edificios que no cumplen con las normativas vigentes y donde los procesos no resultan funcionales con la planta física. En el caso de recurso humano existe brecha de la dotación con respecto a las prestaciones actuales y proyectadas, de la misma manera en relación a equipamiento. Lo anterior, sólo por mencionar algunos factores a modo general.
El subdirector médico del Servicio de Salud puntualizó que en el caso del Hospital de Rengo “hoy está considerado un hospital de mediana complejidad y tiene 104 camas, pero en el diseño de la red asistencial ya está contemplado como un hospital de alta complejidad, que recibe las derivaciones de establecimientos de menor complejidad en todo el sector de la Carretera de la Fruta y como hospital de cabecera requiere dar resolución a la mayor cantidad de problemas de la zona, por lo cual con los estudios realizados se vio que era necesario aumentar el número de camas a 205”.
Además, se proyectan prestaciones a futuro que hoy no posee este establecimiento “en particular se considera fortalecer la Red de Imagenología, sumándose a la proyección en Red de Resonador Magnético, al igual que la atención oncológica entre otros avances y oncológica”.
Hospital de Pichilemu
En el caso de Pichilemu, el doctor San Martín resaltó que es conocido por todos que, como está ubicado en la zona de evacuación en caso de un tsunami “requería urgentemente trasladarse a un lugar más alto, para que en caso de que pudiera ocurrir un evento de estas características, la población tenga un hospital seguro al cual pueda acudir y que no esté en zona de inundación o de evacuación en caso de tsunami”.
Agregó que en este establecimiento “también hay un pequeño aumento de camas, de 25 a 27, pero en este caso el enfoque es al aumento de número de boxes, para que exista la posibilidad de rondas médicas de especialistas, que permitan que el médico atienda a los pacientes en Pichilemu, en vez que sea el paciente quien se traslade al hospital de mayor complejidad”.
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