Acabar con los efectos producidos por el calentamiento global es una tarea de todos, incluyendo a las pequeñas y grandes empresas
Según lo expuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a pesar de que inicialmente muchos creían que con la pandemia el cambio climático se desaceleraría, la realidad indica otra cosa. Durante 2020 el índice de gases invernadero en la atmósfera ha seguido su tendencia al alza, por lo que las autoridades han manifestado preocupación.
La tarea de cuidar el planeta de estas amenazas -y otras como la contaminación de los suelos-, recae tanto en las personas, como en los gobiernos y las empresas. Estas últimas, pueden desarrollar modelos de negocios completamente sustentables que les permitan obtener ganancias sin descuidar el medio ambiente. Así lo han hecho muchas.
La génesis del producto
Uno de los aspectos esenciales a la hora de desarrollar empresas sustentables es analizar cuál es el impacto medioambiental a hora de fabricar los productos. “Nuestros productos están hechos en base al reciclaje del papel de diario que no se usa”, menciona Mauricio Guerra, gerente de Enertak, empresa que entrega soluciones a problema de desechos en el área del cuidado de la salud. La chata desechable, producto principal de esta compañía chilena, proviene de un proceso no contaminante de reciclado de papel.
En la creación de empresas verdes no solo hay que fijarse en que el producto tenga características amigables con el medio ambiente, sino que también, que el proceso con el cual se elaboró igualmente lo sea.
Producto final y su materialidad
Otro aspecto fundamental y quizás el más importante, es reparar en la materialidad del producto a vender. El mejor de los casos, tal como ocurre con Enertak con sus riñones desechables utilizados en la eliminación de residuos de pacientes clínicos, es contar con productos que provengan de una cadena reciclaje.
No obstante, una solución es contar con productos desarrollados en base a materiales que después se podrán reciclar, tal como sucede con las latas de aluminio, botellas de vidrio o cajas de cartón.
Preocuparse del futuro del producto
Una vez completada la etapa de venta, la labor de una empresa sustentable no debe desaparecer allí. Las grandes compañías se hacen cargo de lo que pasa después con sus productos. Lo peor que puede pasar es que terminen circulando en el medioambiente.
Desde Enertak, mencionan que ofrecen un equipo macerador. “Se trata básicamente de un aparato eliminador de recipientes de pulpa desechable. Su funcionamiento es parecido al de una lavadora, ya que el personal sanitario abre su tapa, ingresa la chata y cierra la tapa. En solo dos minutos, la chata se elimina con agua, creando un fluido que va a parar a la red de alcantarillado”, explica Mauricio Guerra.
Pero no siempre puede pasar. Entendemos que hay productos que simplemente no pueden ser eliminados tan fácilmente, por lo que la empresa sustentable debe tener la capacidad de rastrear la huella de sus productos y dar con ellos para darles un nuevo uso.
Reparar en los residuos de producción, transporte o embalaje
De igual forma, las empresas que deseen llevar un método sustentable no solo deben preocuparse por lo que pasa con su producto final. Hay derivados que surgen de los procesos de transporte, de embalaje o de producción.
Continuando con el ejemplo, en Enertak todos los productos, ya sea una chata desechable, un pato desechable o un riñón desechable, todos vienen embalados en cartón y madera. Todo eso, la empresa se preocupa de separarlos y llevarlos a un centro de reciclaje.