Preocupados por el resguardo sanitario de la comunidad, sin exclusión alguna, la Ilustre Municipalidad de Graneros, a través, de su alcalde Claudio Segovia, han adoptado la decisión de inmunizar contra el Covid-19, a todos los trabajadores de la educación
Elevando de esta forma, el número de personas asignadas por el calendario que estableció el gobierno central.
De este modo, el proceso que ya se inició, incluye a las manipuladoras de alimentos, guardias, personal de aseo y mantención, docentes, paradocentes, personal administrativo y directivos, con el único de fin de prevenir posibles violentos rebrotes al interior de los recintos al momento de reiniciar las clases.
“Creemos que la decisión de vacunar, en esta primera parte, solo a los profesores mayores de 60 años, es un grave error. Si el Ministro de Educación quiere el regreso el 01 de marzo, al que nos oponemos firmemente, es indispensable que todo funcionario tenga, al menos, su primera dosis. Por eso y con la responsabilidad que nos caracteriza, decidimos que, de aquí al próximo martes 23 de febrero, inocularemos a todos los trabajadores. La verdad no le temo a las represalias que ya se anuncian en la prensa (por intervenir el calendario), porque mi mandato es cuidar a todos mis vecinos y vecinas”, comenta el edil de Graneros.
¿Por qué no volvemos a clases después que todos estén vacunados con la segunda dosis?
En la misma senda declarativa, Segovia, insiste que el regreso a clases no posee fundamentos certeros para garantizar la salud, “toda vez que los contagios se mantienen activos y en algunas jornadas en pleno ascenso. No entiendo la verdad el apuro de algunos, yo aún recuerdo que el 2020 querían volver el 27 de abril en plena pandemia y finalmente cerraron el año escolar, tal como nosotros lo pedimos en agosto. No cometamos los mismos errores por favor, les hago un llamado a las autoridades del estado para que sean cuidadosos, el valor de la vida es mucho más alto que los cuadernos y las teorías”.
Para finalizar, el alcalde de Graneros lanza una idea a la mesa, que ya ha encontrado acogida en algunas instituciones. “¿Por qué no volvemos a clases después que todos estén vacunados?, es decir, hagámoslo en el mes de junio o julio cuando todo el país ya tenga la segunda dosis y así disminuimos considerablemente el riesgo. Para qué apurarnos”.