No bajar los brazos parece ser la consigna, aunque las fuerzas flaqueen y en medio de una pandemia que ha sido dura, el trabajo de la Ilustre Municipalidad de Graneros permanece intacto
Han sido jornadas de apoyo y solidaridad, pero no exenta de apremios, como fue la cuarentena, que hasta el momento ya está en el olvido.
“Pero no debemos relajarnos porque las autoridades sanitarias han sido claras y ya le pasó a Punta Arenas, que retrocedió al confinamiento obligatorio. El llamado es a educarnos y saber los peligros de exponernos libremente en las calles. Quien pueda hacerlo, que se quede en casa”, relata el alcalde Claudio Segovia.
En el ámbito de las medidas permanentes, aún se distribuyen canastas familiares, “que no poseen segmentación ni exclusión. Tenemos un stock de 12 mil unidades, por lo que la meta y en eso ya nos concientizamos, es llegar a todos los hogares del pueblo. Acá no distinguiremos entre los que tienen más o menos, porque todos de alguna forma, hemos sufrido los efectos de la emergencia producida por el coronavirus”, recalca Segovia.
No obstante, lo anterior una de las decisiones comunitarias de mayor impacto y aceptación, es la panadería itinerante y gratuita. El edil expresa que es una tarea hermosa, donde se demuestra el verdadero aprecio por el prójimo.
“Bueno sabemos que el pan es indispensable en la mesa. Por eso nos unimos con las Juntas de Vecinos, proveemos los insumos y ellos hacen el pan. Posteriormente lo entregamos en las casas del sector, que la misma institución distingue. Son aproximadamente diez panes por hogar y la respuesta de las familias ha sido fantástica. Sabemos que las necesidades son aún mayores, pero es un granito de arena para con los que más han sufrido”.