El establecimiento educacional para pacientes del Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins ha debido cambiar su formato de clases a uno no tan desconocido, el online, pero que igual ha significado un reto para los profesores
El domingo 15 de marzo el Ministerio de Educación informó que se suspendían las clases presenciales en todo el país debido a la contingencia sanitaria producida por la pandemia del coronavirus COVID-19. La medida, que en un principio era por dos semanas, se ha extendido indefinidamente. Uno de los establecimientos educacionales afectados fue el Aula Hospitalaria, colegio para pacientes del Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO).
Pero el cierre fue solo físico. Ya que a partir de ese mismo día comenzaron a operar con un formato desconocido para el mundo educacional tradicional, pero nada extraño para las aulas hospitalarias: las clases remotas. Esto porque desde el inicio del proyecto educativo desarrollado en el HRLBO, en abril del 2019, se realizan clases de forma presencial en el hospital, con visitas a domicilios, y online para los pacientes más complejos y con hospitalización domiciliaria que viven en sectores apartados.
“Estamos funcionando de forma remota desde el 15 de marzo a la fecha, eso quiere decir que estamos en conexión online diaria con los alumnos. Como fundación (Inclusiva) tenemos hace mucho tiempo un programa remoto, por eso, poner en marcha esta nueva modalidad online o virtual, fue fácil. A pesar de ello, como son clases grupales, ha sido un gran desafío para nuestros profesores”, señaló la directora del Aula Hospitalaria, Carolina Bahamondes.
“La experiencia ha sido súper buena, porque comenzaron de inmediato con las clases online, no perdieron tiempo. Hay trabajos que han sido complicados para mi hija Catalina, pero le gusta mucho, por lo que ha participado siempre muy contenta”, indicó la madre de una de las alumnas, Lidia Veliz.
De acuerdo a lo señalado por la coordinadora del Aula Hospitalaria del HLBO, Katherine Johanson, la experiencia, si bien no es nueva para los profesores, sí lo es para los alumnos. “Al principio costó, pero se pusieron algunas normas y lo han entendido bien. Es difícil motivar a alguien que está al otro lado de la pantalla, por eso lo lúdico es importante. Ha sido una experiencia muy grata”, aseguró la profesora de educación física, agregando que si bien las clases son múltiples, se resuelven las dudas de forma particular.
El Aula Hospitalaria está funcionando con 12 alumnos a través de teléfonos celulares o computadores. La modalidad de trabajo se centra en lo lúdico, con materiales básicos, para poder hacer la estadía hospitalaria más placentera y alegre, sin dejar de lado el contenido educativo. “La educación se pone al servicio de la rehabilitación física y mental”, asegura Katherine Johanson.
A poco más de tres meses de este nuevo funcionamiento, los resultados han sido positivos de acuerdo a las profesionales. “Los alumnos están súper contentos, porque es el momento que tienen para ellos, para mantenerse activos con ejercicios que los sacan de la rutina”, indicó la directora Carolina Bahamodes.
“Para Catalina han sido excelentes estas clases online, está muy contenta. En lo personal, estoy súper agradecida del Aula Hospitalaria”, concluyó la apoderada Lidia Véliz.