Si hay personas que hoy están sometidas a un altísimo nivel de exigencia y estrés, esos son los trabajadores de salud
En el núcleo de la emergencia sanitaria, se han transformado en los verdaderos héroes que tratan de contener el avance voraz del coronavirus, anteponiendo incluso sus propias vidas para salvar las de otros.
Laboran en extensos turnos, algunos incluso superan las 24 horas y por lo general siempre están de pie, sin poder salir del recinto hasta culminar su jornada. Toda esa difícil rutina se ha complejizado debido a la pandemia, lo que puede generar incomodidad a nivel emocional y ello traducirse en malestares físicos que mermen el rendimiento profesional.
Desde la literatura de la psicología y la fisiología, lo recomendable es prevenir que nuestras mentes nos lleven a estados de presión constantes para así no cargar con las consecuencias. Sin embargo, los funcionarios de la salud no pueden alejarse en este momento de ese estrés que los persigue y atosiga.
“Sabemos lo que ellos están viviendo día a día y junto con agradecer el compromiso, entereza y fuerza con la que están enfrentado al COVID-19, queremos entregarles unas pequeñas recomendaciones, que sirvan para aminorar en parte, la gran carga que llevan en sus hombros. Nuestros profesores se han unido para crear un listado de recomendaciones que son muy fácil de practicar y espero realicen”, comenta el SEREMI del Deporte, Diego Ramírez.
- INICIO DE LA JORNADA LABORAL:
Felipe Miranda, profesor de Educación Física y coordinador regional de los Planes Comunales de Actividad Física y Deporte del Ministerio del Deporte, describe que en el inicio es prioritario realizar, “movilidad para todas las articulaciones del cuerpo, partiendo desde el cuello hasta los pies (entre 5 y 10 minutos). Luego, continuar con ejercicios de respiración que complementen la acción natural de respirar con movimientos de abdomen, tórax, hombros y brazos, realizando el gesto coordinando elevación de hombros, apertura de brazos y contracción del abdomen mientras se hace una inhalación profunda (5 minutos)”.
Después ello, destaca Miranda, hay que dar paso, “a estiramientos para la musculatura de la espalda con ejercicios que lleven las articulaciones a su mayor rango y mantener una posición durante 15 a 20 segundos, donde no se genere dolor durante la ejecución, pero evidenciando el esfuerzo al que se está sometiendo”.
2) TIEMPO DE DESCANSO: Ideal que en cada período de descanso que tengan los funcionarios pudieran realizar la sesión antes descrita, pero en esta ocasión, con énfasis en la musculatura del cuello, los hombros y la espalda, priorizando siempre los ejercicios de respiración.
3) TÉRMINO DE LA JORNADA LABORAL:
Pedro Valenzuela, profesor de Educación Física y profesional integrante del programa Crecer en Movimiento del Ministerio del Deporte, señala que, “en lo posible, encontrarse, al finalizar el trabajo, con los compañeros de funciones en un lugar calmo y donde se pueda mantener la distancia de seguridad. En esas condiciones, desarrollar la misma sesión que se ejecutó al inicio de la jornada, pero esta vez, hacerlo con los ojos cerrados para centrar la atención en las sensaciones que producirá cada acción”.
En la misma senda, Valenzuela, establece que antes de finalizar la sesión, “realizar movimientos suaves y oscilantes de los miembros superiores e inferiores desde los hombros y las caderas, dejando a los músculos vulnerables a la gravedad y a la inercia de la acción. El vaivén cuidadoso favorecerá a la relajación de tejido contráctil involucrado. Luego de eso, una ducha con agua caliente será el complemento perfecto para que el cuerpo no sufra las consecuencias del estrés que genera la ardua lucha para defender la vida y la salud todos quienes lo necesiten”, finaliza.