Una correcta higiene de manos debe demandar 30 segundos si utilizamos alcohol gel y unos 60 segundos si usamos agua y jabón
El mundo está atento al comportamiento en torno al Coronavirus, y se están tomando todas las medidas para evitar su rápida propagación, pero sin duda uno de los consejos más sencillos y simples para evitar el contagio es la acción de un correcto lavado de manos, ya que existe evidencia científica sobre el aporte real en la prevención y control de infecciones, así lo enfatiza la Organización Mundial de la Salud (OMS)
En el complejo escenario que nos encontramos se hace necesario fortalecer medidas de prevención, y el lavado de manos debe transformarse en un hábito de rutina diaria y a través del cual se evita el contagio y propagación de muchas enfermedades, que atacan principalmente nuestro sistema digestivo, pero que puede terminar comprometiendo otras partes del organismo.
Liliana Guajardo, Jefa del Subdepartamento de Epidemiología y Objetivos Sanitarios Dirección de Servicio de Salud O´Higgins, puntualizó que la importancia de lavarse las manos radica principalmente en que se realiza un sinfín de actividades con ellas, permitiendo en muchos casos que entren en contacto con gérmenes, bacterias y sustancias que pueden ser nocivas para nuestra salud.
La profesional es categórica al señalar que “lavarse las manos no la debemos asociar al momento de cocinar o cuando se va al baño, sino más bien en todos los momentos en que nos encontramos en contacto con agentes externos propensos de bacterias”.
Hoy en tiempos de alerta sanitaria sin duda que las medidas preventivas son un buen escudo para combatir infecciones de todo tipo, y los usuarios junto con practicarlas deben exigir a los profesionales de la salud una adecuada higiene de manos, ya que esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.
Una correcta higiene de manos debe demandar 30 segundos si utilizamos alcohol en gel y unos 60 segundos si usamos agua y jabón. Con esta sencilla práctica se pueden prevenir infecciones como la diarrea, la neumonía, las infecciones cutáneas, infecciones a los ojos o parásitos intestinales se pueden evitar por medio de una buena higiene de manos, ya que la flora microbiana cutánea transitoria de la piel contamina las manos por el contacto con los objetos, secreciones y material fecal.
Esta sencilla rutina es el método más fácil, rápido y económico para prevenir enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas, infecciones cutáneas, parásitos que causan la muerte de 3,5 millones de niños y niñas cada año y afectan la salud de millones más, tanto en países desarrollados como en vía de desarrollo.
La profesional del Servicio de Salud O’Higgins resaltó que “cuando se conversa con las personas sobre el lavado de manos se pueden advertir pequeños errores, en el caso de los adultos, como no retirar anillos, relojes y joyas, ya que la piel debajo de los mismos está más densamente colonizada por gérmenes que las áreas libres de la piel en los dedos. Representan una fuente potencial de desarrollo de microorganismos y por lo tanto pueden ser un reservorio para múltiples gérmenes”.
A lo anterior hay que sumar, complementariamente, tener en cuenta la higiene de los objetos que se manipulan con frecuencia, por ejemplo, los teléfonos celulares, y artefactos electrónicos. Es importante adquirir el hábito de limpiarlos y desinfectarlos periódicamente ya que forman parte del entorno, se llevan con uno en todo momento, los niños los tocan e incluso, algunos bebés se los llevan a la boca. Los microorganismos no se ven, pero están ahí, imperceptibles, buscando y pueden causarnos daño.
Los 11 pasos para una técnica correcta de lavado de manos con agua y jabón
- Mojarse las manos.
- Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano.
- Frotar las palmas entre sí.
- Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
- Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
- Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos.
- Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa.
- Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
- Enjuagar las manos.
- Secarlas con una toalla de un solo uso.
- Utilizar la toalla de papel para cerrar la llave del agua.