En la causa, se acreditó que Alvaro Espinoza Quevedo conducía en estado de ebriedad, tanto por el resultado de la prueba respiratoria, como por el resultado de la alcoholemia
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz condenó a Álvaro Antonio Espinoza Quevedo a las pena efectivas de 5 años y 3 años y un día de
presidio, en calidad de autor de los delitos consumados de conducción de vehículo en estado de ebriedad causando muerte y huir del lugar del
accidente sin prestar auxilio ni dar el aviso correspondiente, respectivamente. Ilícitos perpetrados en diciembre del año pasado, en la
comuna.
En fallo unánime (causa rol 79-2019), el tribunal -integrado por las magistradas María Angélica Mulatti (presidenta), Paulina Delgado Barriga
(redactora) y Gricelda Valenzuela Rodríguez- aplicó, además, a Espinoza Quevedo las accesorias legales de inhabilidad perpetua para conducir
vehículos de tracción mecánica, la inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios
públicos durante el tiempo de las condenas; más el pago de una multa total de 19 UTM y de las costas del proceso.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que pasadas las 21 horas del 1 de diciembre de 2018, en circunstancias que la víctima Miguel Ángel Fredes Donoso y su hermano cruzaban la esquina de calle Santa Ana con Camilo Henríquez, en el sector de Paniahue, comuna de Santa Cruz, fueron embestidos por Espinoza Quevedo, quien conducía la camioneta marca
Nissan, placa patente única LP-5980, de color blanco, en estado de ebriedad, de norte a sur por calle Camilo Henríquez. Al girar hacia la izquierda para incorporarse a la calle Santa Ana, no respetó el derecho preferente de paso de los peatones que iban cruzando dicha arteria hacia el sur, impactando a Miguel Fredes Donoso, víctima que arrastró unos 35 metros por calle Santa Ana. Tras el accidente, el condenado no detuvo la marcha del vehículo, ni prestó auxilio a la víctima, huyendo hacía su domicilio, ubicado en la comuna de Palmilla.
En la causa, se acreditó que Espinoza Quevedo conducía en estado de ebriedad, tanto por el resultado de la prueba respiratoria, como por el
resultado de la alcoholemia a la cual se sometió, la que arrojó 1,79 gramos por mil de alcohol en la sangre, 3 o 4 horas después del atropello.
Miguel Ángel Fredes Donoso fue trasladado al Hospital de Santa Cruz, lugar donde falleció aproximadamente una hora después del accidente, producto de un traumatismo craneoencefálico grave, conforme al informe de autopsia.