Por cerca de siete años permaneció la elefanta Ramba en el Parque Safari de Rancagua tras ser rescatada de un circo por maltrato, hoy viaja a Brasil para estar junto a sus pares en un santuario para elefantes
A Brasil partió la Elefanta Ramba que fue rescatada en el 2012 desde un circo. Tras un historial de maltrato, llegó hasta el Parque Safari de Rancagua, donde originalmente recibiría los cuidados durante siete meses. No obstante, su estadía terminó extendiéndose por siete años.
Tras varias gestiones al fin viajará a Brasil, donde espera encontrarse con otros elefantes asiáticos en el Santuario de Elefantes de Chapada dos Guimaraes.
El jefe veterinario del zoológico chileno, Alonso Silva, explicó que “el traslado se hace necesario porque biológicamente sabemos que los elefantes son de andar en manada y que para ellos es importante mantener una vida social activa”.
“Como lleva mucho tiempo sola, esperamos que se adapte fácilmente y recupere la interacción con sus pares. De hecho, esta es una de las razones por la cual nunca estuvo en exhibición al público”, agregó Silva.
Iván Sánchez, propietario del parque Safari, recalca el rol que tuvo el Diputado RN Diego Schalper quien fue uno de los que gestionó el viaje: “La verdad es que se había estancado la posibilidad de traslado a Brasil, pero tras conversar con él concretó una reunión con el embajador de Brasil, en la cual participamos, y ahí todo nuevamente avanzó muy rápido, por lo que estamos muy agradecidos”.
Por su parte el Parlamentario agregó que: “El parque safari hizo un trabajo muy importante al darle hospedaje a esta elefanta por mucho tiempo y con todos los cuidados necesarios. Estamos muy contentos por este viaje ya que Ramba podrá trasladarse hasta Brasil donde encontrará un hábitat y seguirá desarrollándose. Agradezco a la embajada de Brasil por todo su apoyo y al ministro Teodoro Ribera quien puso todo de su parte para que esto se concretara”.
Ramba inicia ayer 15 de octubre su viaje de 36 horas en total hasta llegar a su nueva residencia. Serán dos horas desde el Parque Rancagua hasta el aeropuerto, cuatro horas de vuelo a Viracopos y otras 30 horas por carretera hasta el mencionado santuario.