Andrés Fielbaum, presentó los resultados de su investigación “Características del trabajo de conducción en plataformas ride-hailing (tipo Uber y Cabify) en Chile” frente a la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado
La aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto que regula las aplicaciones que entregan servicios de transporte público, conocida como “Ley Uber” y su despacho a la Cámara Alta, motivaron a Andrés Fielbaum, investigador del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O´Higgins, a exponer su informe “Características del trabajo de conducción en plataformas ride-hailing (tipo Uber y Cabify) en Chile”, frente a la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado.
La llegada a Chile de plataformas de transporte privado de pasajeros que funcionan mediante aplicaciones para teléfonos móviles como Uber, Cabify o Beat, ha implicado un fuerte impacto en los sistemas de transporte nacionales, con repercusiones sociales en usuarios y conductores. En ese contexto, surgió el proyecto de ley de regulación de plataformas de transporte actualmente en el congreso.
La relación con los taxistas y el efecto de su funcionamiento por fuera del marco legal han concentrado principalmente la atención de la opinión pública y los medios. Por otro lado, el impacto de estas alternativas en el uso de los diversos medios de transporte ha sido también estudiado, fundamentalmente desde el punto de vista de cómo aumentan el tráfico vehicular y en los beneficios que el uso de estas aplicaciones provee a sus usuarios. Sin embargo, las condiciones laborales de quienes trabajan como conductores en estas plataformas no han sido analizadas en profundidad, pese a que existen alrededor de 100.000 personas en estos trabajos en Chile.
En este contexto, Andrés Fielbaum, magíster en Ingeniería de Transportes de la Universidad de Chile y Alejandro Tirachini, profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Civil de la misma universidad, realizaron una encuesta online que fue contestada voluntariamente por conductores de Easy, Uber y Cabify2 durante 2018 en Chile. Además, las respuestas de las 316 encuestas respondidas, se cotejaron con un informe de la Comisión Nacional de Productividad (CNP, 2018) para luego generar una investigación propia.
Durante su exposición en el Senado, Andrés Fielbaum explicó que en el informe se compararon diversas estimaciones para las ganancias de los conductores de Uber, deduciendo que la promesa salarial que realiza la aplicación está muy por encima de los ingresos reales estimados: las tasaciones propias dan cuenta de una ganancia de entre $3.000 y $4.000 por hora; aunque esta estimación depende de factores no considerados que aumentan tanto los costos como los ingresos. En el caso de que un conductor arriende un vehículo para trabajarlo como Uber y sólo pague el combustible, su ganancia sube a un rango de entre $3.500 y $4.500 por hora, sin considerar el costo del arriendo (entre $80.000 y $130.000 semanales).
El investigador de la UOH también expuso que las respuestas de los conductores reflejan varias situaciones riesgosas, por ejemplo, las jornadas de trabajo extremadamente largas: el 20% de los conductores maneja más de 12 horas al día, poniendo en peligro no sólo su seguridad, sino también la de los pasajeros y del resto de los vehículos en las calles. Además, un 96% de los conductores declaró haber vivido situaciones de riesgo mientras conducen en la plataforma (asaltos, ataques por parte de taxistas, accidentes, etc).
Los conductores también manifestaron, de forma mayoritaria, una opinión favorable respecto a regular sus empleos para que les sean reconocidos algunos derechos laborales básicos – incluso si esto significa destinar parte de sus ingresos a impuestos o la obligación de obtener una licencia profesional – y que se les mantenga la flexibilidad para elegir sus horarios de trabajo, el atributo más valorado por los conductores. “Para nosotros es importante hacer énfasis de que es fundamental que se reconozca a los conductores como trabajadores de la compañía, no como terceros, manteniendo algunas ventajas tanto para la empresa como para los chóferes, por ejemplo, poder decidir cuándo trabajar”, explicó Fielbaum respecto de esta conclusión de su informe.
Por último, el estudio reafirmó estimaciones de investigaciones previas respecto a que la irrupción de estas plataformas ha aumentado los niveles de tráfico vehicular en Santiago, fundamentalmente debido al reemplazo de viajes previamente hechos en transporte público.
Respecto de la importancia de este informe, Fielbaum comentó que “se habían hecho estudios sobre el impacto de Uber desde el punto de vista de los usuarios y la congestión, ahora nosotros abordamos un tema que es muy importante: los conductores. Vimos que hay una realidad complicada que nadie estaba estudiando de forma muy profunda. Además, este tipo de trabajo tiene todo el potencial para expandirse, por lo tanto, la manera en la que se regule puede decir mucho respecto de cómo se van a normar un montón de labores muy similares en el futuro: esto ocurre con repartidores, por ejemplo, que se masifica día a día, pero también con paseos de perros o cuidados de mascotas, y se puede seguir expandiendo a un montón de otros tipos de trabajo. En el fondo hay una decisión que tenemos que tomar como sociedad respecto de cómo vamos a resguardar estas formas de trabajar”.